PNV-PSE recuerdan a Icomos que la ciudad no puede asumir la compra del Bellas Artes
«Por su estado y precio, habría hipotecado el presupuesto de inversiones durante años», advierte la socialista Agirrezabalaga
El Bellas Artes fue uno de los temas recurrentes de la sesión ordinaria celebrada ayer en el Salón de Plenos. Una moción de control de ... EH Bildu sobre la licencia de rehabilitación concedida a la Sade, empresa propietaria del edificio, sirvió para que la oposición atacara con dureza al gobierno municipal, que defendió su actuación en el asunto y recordó que comprar el antiguo cinematógrafo –como proponía Icomos– es inasumible para el Ayuntamiento.
Este órgano asesor de la Unesco escribió una carta al alcalde, Eneko Goia, planteando esta posibilidad como alternativa a la anunciada transformación del inmueble en un complejo turístico de 86 habitaciones, según se autoriza en la licencia urbanística.
El PP volvió a insistir ayer en esta idea, a lo que la concejala socialista Duñike Agirrezabalaga respondió que «cuando las opciones son sueños, no se pueden valorar». «La alta cuantía y la dudosa rentabilidad por el estado ruinoso del Bellas Artes imposibilitan que el Ayuntamiento pueda adquirirlo. Comprarlo y arreglarlo habría hipotecado el presupuesto de inversiones durante años y quizás hoy no tendríamos Quincena Musical, o Festival de Cine o muchos de los equipamientos existentes en los barrios. Sería como vender el coche para comprar gasolina», advirtió la delegada de Proyectos Urbanos.
La responsable de Urbanismo, Nekane Arzallus, aseguró por su parte –tal y como hizo Goia en su contestación a la misiva de Icomos– que la concesión de la licencia de obra fue un acto administrativo de obligado cumplimiento dado que el cinematógrafo «carece de catalogación internacional, nacional o autonómica» y la solicitud «se ajustaba tanto al Plan General como al Peppuc».
El edil de EH Bildu Ricardo Burutaran puso en duda que este tipo de licencias «puedan ser otorgadas» por la titular de Urbanismo y criticó la «política de hechos consumados» de PNV-PSE al dar la licencia antes de que se resuelva el recurso de Áncora a la revisión del catálogo de patrimonio con el objetivo de que «se intervenga en el edificio y, si después llega la resolución judicial, será ya tarde».
Actuar con «desprecio»
El portavoz del PP, Borja Corominas, apuntó que «el problema no es solo el Bellas Artes, sino el desprecio con que se hacen muchas cosas en esta ciudad», y puso como ejemplo los revestimientos de fachadas que «transforman edificios antiguos en anodinos y portales históricos en recibidores de motel de carretera».
Desde las filas de Elkarrekin Podemos, Aitzole Araneta acusó al gobierno municipal de pretender el derribo interior del inmueble «de tapadillo, sin que nadie se diera cuenta y sin esperar a que se resuelvan los recursos al Peppuc y la licencia de obra». «Muchas ciudades del mundo se pegarían por tener un edificio así», afirmó la portavoz de la coalición progresista.
Nekane Arzallus salió al paso de estas acusaciones. Explicó que como delegada de Urbanismo tiene «competencia para otorgar licencias que no sean de nueva planta» y negó que el inicio de las obras haya sido «de tapadillo» ya que «existe hasta un vídeo que se ha aportado como prueba en el recurso ante los tribunales».
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