Luz verde para crear 320 plazas de parking bajo la parcela de María Inmaculada en Gros
Las obras podrán empezar mientras la tramitación para crear un hotel y un supermercado en la misma manzana sigue suspendida
Luz verde del Ayuntamiento para que se pueda construir un aparcamiento subterráneo de cuatro plantas, con 320 plazas, en la parcela perteneciente a la ... congregación de María Inmaculada de Gros. En la manzana, de 3.672 metros cuadrados de superficie –ubicada entre la avenida de Ategorrieta y las calles Marino Tabuyo, José María Soroa y Particular de Ategorrieta– también está previsto levantar un hotel de cuatro estrellas y un supermercado.
La Junta de Gobierno Local tiene previsto aprobar el martes la licencia solicitada por la empresa Bi Berri Donosti S.L. para poder ejecutar este nuevo parking en un plazo de dos años, y que contará con 93 plazas en rotación y otras 227 cerradas de tipo privado. La concesión de este permiso es independiente del proyecto hotelero, cuya tramitación urbanística está en suspenso por desavenencias entre el Ayuntamiento y la promotora.
LOS DATOS
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Parcela 3.672 m2 de superficie en la manzana propiedad de la congregación de religiosas María Inmaculada.
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Reordenación Se prevé la construcción de un hotel de 84 habitaciones y siete alturas, un restaurante y un supermercado.
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Parking Se aprueba la licencia para crear 320 plazas subterráneas, 93 de rotación y otras 227 privadas.
El motivo no fue otro que el malestar generado en el consistorio por la noticia inesperada de la clausura del centro docente de FP, que estaba ubicado junto a la parroquia Pío X, nada más aprobarse el expediente para la redefinición de este ámbito. La sorpresiva decisión de las monjas llevó al ejecutivo de Eneko Goia, que se sintió engañado, a paralizar el proceso hasta aclarar la situación con las religiosas de la congregación y negociar la posibilidad de mantener los usos docentes.
Los proyectos que están contemplados en la parcela son un hotel en José Maria Soroa de 5.000 m2 con 84 habitaciones distribuidas siete alturas; un restaurante de 700 m2 y un comercio de alimentación de 2.000 m2. Según el estudio de detalle, aprobado de forma definitiva en Pleno el pasado junio, en la manzana quedaría un espacio para otros usos terciarios que el gobierno municipal pretende que sigan siendo docentes.
Sin embargo, la propia delegada de Urbanismo, Nekane Arzallus, llegó a admitir en la sesión plenaria celebrada en julio que será «difícil» lograr ese tipo de usos porque la superficie en cuestión «no es grande» y carece de equipamientos, sobre todo patios.
Lo que sí dejó claro es que el gobierno municipal está «abierto» a aceptar cualquier uso que no sea hotelero, definición en la que se incluye la residencia de estudiantes que baraja edificar la promotora. La razón de este rechazo es que, al quedar vacías en verano, este tipo de instalaciones suelen utilizarse como alojamientos turísticos, lo que en la práctica se traduciría en la creación de no uno, sino dos nuevos hoteles en la misma manzana.
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