Donostia empieza a sancionar a usuarios de patinetes tras cumplir un año la norma

El consistorio donostiarra aprobó el 26 de diciembre del pasado año la ordenanza con el objetivo de organizar el tráfico de la ciudad e impedir que la proliferación de estos vehículos provocara accidentes. En mayor o menor medida ese fin se ha conseguido y los usuarios del patinete eléctrico, como los de las bicicletas, coches o peatones ya conocen las normas básicas en vigor en la ciudad. Las principales, que los vehículos que pueden alcanzar hasta 25 kilómetros por hora no pueden circular por las aceras, solo puede viajar una persona por patinete, y sus usuarios no pueden hablar por teléfono o ir con los auriculares puestos mientras están montados en ellos.

El consistorio donostiarra ha concedido un período de gracia para que se conozcan las principales obligaciones de la regulación, y en los últimos meses han dado dos pasos importantes. Desde mayo, la Unidad de Atestados de la Guardia Municipal interviene cuando hay incidentes con este tipo de vehículos, y más recientemente, desde noviembre, se han comenzado a denunciar y sancionar las conductas contrarias a la normativa que se han detectado entre los usuarios. Hasta el pasado mes, todas las actuaciones llevadas a cabo sobre patinetes habían sido «meramente informativas».

Por ahora, en estos dos meses desde que se lleva aplicando la ordenanza a rajatabla, según datos de la Guardia Municipal, se ha denunciado a un usuario por conducir con auriculares; otros dos han sido denunciados por circular por zonas destinadas a peatones (concretamente en la acera de la calle Urbieta); y el pasado 13 de noviembre, se denunció y retiró con grúa un patinete eléctrico que se encontraba estacionado en un aparcabicis. «Hay que recordar que el patinete eléctrico no es un juguete y los usuarios deben cumplir normas como no ir por la acera, no ir dos personas en el mismo vehículo o no aparcar en los aparcabicis», explica Arana.

Aunque en la mayoría de casos la convivencia, sobre todo, entre patinetes y peatones, está siendo la correcta, en estos meses ha habido quejas tanto de unos como de otros. Los viandantes denuncian la velocidad alta y el uso a veces de las aceras por parte de los patinetes, y los usuarios de este transporte destacan las imprudencias de algunos peatones que cruzan los bidegorris sin mirar o se ponen a caminar por ellos sin fijarse si ponen en riesgo la integridad del resto de usuarios. «En líneas generales, la convivencia, también con las bicicletas, está siendo positiva», confiesa Arana.

El parte de incidencias registrado por la Guardia Municipal es relativamente corto, y apenas suma algo más de un accidente al mes desde el pasado mayo. En total se han notificado 9 incidentes con personas heridas en distintos puntos de San Sebastián. El primero de ellos se produjo el 29 de mayo en Lugaritz, con una colisión frontolateral de vehículos en marcha. La causa, tal y como figura en el atestado, fue la infracción de una norma de circulación por parte del usuario del patinete. El saldo fue un herido leve.

Del total de incidentes, cinco han sido por colisión entre vehículos, dos por atropello de peatones, uno por un choque contra una valla y el incidente restante, por un accidente de otro tipo. El balance total han sido 8 heridos leves y uno grave, a consecuencia de un atropello en el paseo de La Concha el pasado mes de septiembre que fue publicado por DV. La causa del incidente, como recoge el atestado, fue la inexperiencia de la conductora, que atropelló a una mujer en la intersección entre el bidegorri y la acera cerca de la estatua dedicada a Clara Campoamor. La usuaria del patinete perdió el control y se abalanzó sobre dos mujeres que conversaban en ese momento. Una de ellas trató de esquivar el vehículo y se golpeó con un murete, lo que le provocó la fisura de una costilla y varios hematomas en distintas partes de su cuerpo. La herida tuvo que ser trasladada en ambulancia al Hospital Donostia.