Despliegue policial en el centro de Donostia por la falsa alarma de un banco

Fuentes del Departamento vasco de Seguridad indicaron a este periódico que las primeras indagaciones apuntan a una falsa alarma, ya que no se localizó a ningún intruso en el banco. Y aún se desconoce el motivo por el que la alarma se disparó en la sucursal. Ante la previsión de un posible atraco, el despliegue policial abarcó varias de las calles aledañas con efectivos de seguridad localizados en las esquinas de la Avenida con las calles Bergara, Fuenterrabía y San Marcial.

Durante casi una hora, hasta tres miembros de la Policía junto con empleados de una empresa privada de servicios globales de seguridad se mantuvieron en custodia de ambos accesos al edificio, restringiendo así la entrada a cualquier persona ajena. Fue el tiempo que duró el proceso de inspección de las salas interiores de la entidad financiera y que mantuvo cerrados también los cajeros automáticos, a excepción del exterior, frente al cual se fue formando una larga hilera de clientes. Tras cerciorarse de que todo transcurría con normalidad, el amplio dispositivo que había realizado la inspección concluyó que se trataba de un aviso en falso, procediendo a retirarse.

La operación policial causó alarma en pleno centro donostiarra y llamó la atención de un buen número de transeúntes que disfrutaban de una soleada mañana en el segundo fin de semana de rebajas.

Tanto la Avenida como la peatonal calle Getaria, en cuya esquina se encontraba la oficina, estaban en ese momento repletas de ciudadanos realizando compras y paseando. La sorpresa fue mayor al advertir que las patrullas de la Ertzaintza desplazadas al lugar accedieron al banco completamente armadas, por lo que muchos paseantes temieron que se tratase de un intento de atraco. Finalmente todo quedó en una falsa alarma.