La cúpula del Bellas Artes descubre sus máscaras inspiradas en las originales
La Sade, propietaria del edificio, explica que ante la ausencia de moldes o planos, las figuras se han «reinterpretado con libertad creativa»
Las obras del Bellas Artes avanzan y poco a poco se van descubriendo nuevos detalles de la envolvente del edificio. A medida que baja la lona que cubre los andamios, se empiezan a ver piezas como las máscaras grotescas de la cúpula.
Desde la Sade, empresa propietaria del antiguo cinematógrafo y encargada de su rehabilitación para transformarlo en un hotel, explican que son «una versión libre, una reinterpretación con libertad creativa» ya que «no se contaba con un original para realizar un molde y así hacer una réplica fiel». Fuentes de la sociedad donostiarra señalan que «de las ornamentaciones que sí estaban físicamente en la fachada en el momento de la obra, se ha hecho un molde de la pieza y se ha fabricado una réplica fiel para la fachada actual».
También estos días ha quedado a la vista la vidriera que preside la característica esquina del Bellas Artes, en la confluencia de las calles Urbieta y Prim. Ya asoman las letras del logo histórico del teatro, con las siglas PBA que corresponden a Palacio Bellas Artes. Los trabajos en este elemento decorativo «están sin acabar», puntualiza Sade, que advierte de que «la vidriera también está sin terminar». En las fachadas laterales se adivina asimismo el resultado de la reforma, con el tradicional color granate del inmueble como referencia y las balconadas blancas.
Hilton abrirá en 2026
Después de tres décadas cerrado y olvidado, el antiguo cinematógrafo se convertirá en un hotel de lujo de 82 habitaciones que regentará la cadena Hilton dentro de su gama Curio Collection. Se ha construido un doble levante hasta igualar la altura con la del edificio anexo y el establecimiento contará con un espacio para reuniones, un gimnasio y un bar y restaurante, según detalla la firma estadounidense.
La reforma cumple los preceptos establecidos en el catálogo de patrimonio, que protege el Bellas Artes con un grado C. Esto significa que las fachadas han tenido que conservarse –aunque sí se permitía una ampliación de los ventanales– y la cúpula, que fue demolida por el estado de ruina en que se encontraba, ha sido repuesta con acabado de pizarra.
El interior del teatro se ha vaciado para adecuarlo a las necesidades del alojamiento hotelero, que abrirá sus puertas el próximo año.