La calle Iztueta de San Sebastián bajará de cota para que pasen los autobuses
A partir de la próxima primavera, la circulación discurrirá bajo las vías del tren y una nueva rotonda distribuirá los tráficos en Duque de Mandas
Jorge F. Mendiola
San Sebastián
Miércoles, 5 de febrero 2020, 06:37
La eliminación del viaducto de Iztueta de San Sebastián es una de las grandes actuaciones presupuestadas por el Ayuntamiento para este año. Pero su ... envergadura no se puede medir solo en términos económicos, sino también por el impacto que tendrá para los barrios de Gros y Egia y las afectaciones que causará al tráfico.
La única conexión directa entre el Centro y Egia deberá cerrarse durante casi un año, lo que ha obligado al departamento de Movilidad a buscar una ruta alternativa para el tránsito rodado. La operación, que arrancará en marzo y durará 14 meses, tendrá una primera fase en la que se rebajará la cota de la calle Iztueta hasta alcanzar el gálibo necesario para que los autobuses puedan pasar bajo las vías del tren en un punto negro donde cada cierto tiempo se queda encajada una camioneta.
Para alcanzar la altura de 3,2 metros exigida, primero habrá que suprimir los aparcamientos a ambos lados de la calle, anular la acera derecha y trasladar los contenedores de basura. Solo entonces se podrá empezar a excavar para rebajar la rasante, un proceso que llevará cerca de tres meses.
Con el tráfico ya desviado por la calle Iztueta, se iniciará la demolición del viaducto propiamente dicha. En esta fase se conservarán las pilas y los muros de mampostería hasta la altura necesaria para garantizar la estabilidad de la plataforma ferroviaria, que seguirá en uso durante y después de la obra, si bien sufrirá cortes parciales durante casi un mes y un corte total de tres días -en octubre o noviembre- para la colocación de un nuevo puente que discurrirá por encima de la futura calzada. El vano existente sobre la vía se demolerá por la noche, cuando no haya tráfico de trenes.
En Duque de Mandas, los vehículos serán redirigidos por los carriles del sector este de la calle hasta el primer semáforo y se habilitará un acceso provisional al aparcamiento subterráneo de los Tribunales de Justicia de la plaza Teresa de Calcuta. Asimismo, se suprimirán los aparcamientos de la plaza Zuhaizti y se rediseñará la intersección con Calzada de Egia. Los peatones, por su parte, no podrán cruzar los arcos del viaducto durante todo el proceso, por lo que deberán desplazarse hasta la plaza de Euskadi y llegar a Egia desde el paseo de Francia.
A partir de la próxima primavera, cuando la nube de polvo se disipe y las vallas de obra desaparezcan, el actual viaducto de Iztueta dejará paso a una calzada de tres carriles que discurrirá bajo las vías de Adif, lo que permitirá mejorar el esquema viario y la accesibilidad peatonal e esta zona de San Sebastián. Una nueva rotonda en Duque de Mandas distribuirá los tráficos hacia Iztueta y Calzada de Egia, así como al acceso al parking de los Tribunales de Justicia.
La colocación de una nueva plataforma ferroviaria obligará a cortar las líneas de Adif durante tres días
Permeabilidad peatonal
El proyecto tiene los siguientes objetivos: reducir la afección al entorno del parque de Zuhaizti, permitir el acceso directo a la calle Aldakonea, mejorar la permeabilidad peatonal, peatonalizar el extremo oeste de la calle Calzada de Egia, generar un nuevo itinerario peatonal-ciclista en la calle Iztueta y coordinarse con la futura ordenación de la plaza de Euskadi.
La eliminación de la trinchera viaria que divide Gros y Egia supondrá además la desaparición de un punto crítico para la seguridad, en especial de las mujeres. Con un presupuesto de unos 5,8 millones de euros -a ejecutar entre 2020 y 2021-, la actuación tiene su origen en el mal estado en que se encuentra la estructura del viaducto. El Ayuntamiento realizó un estudio para proceder a su reparación, pero su elevado coste y la necesidad de acometer labores de restauración cada dos décadas decantó la balanza a favor del derribo.
Los vecinos apoyaron la decisión, no en vano los arcos se habían convertido en un foco de suciedad y conflictividad, y en 2016 se realizó un proceso de participación ciudadana en la que se definieron los detalles de la intervención. Aparte de la desaparición de la barrera visual y psicológica que aleja al barrio de Egia de Gros y el Centro, la calle Iztueta, cuyos balcones se asoman literalmente al viaducto, quedará tras las obras a una cota superior, por lo que el impacto acústico que hoy sufren estas viviendas será mínimo, lo que humanizará todo el ámbito.
La bulevarización de la Travesía de Loiola arranca en un mes
Otra de los grandes operaciones de la legislatura, la bulevarización de la Travesía de Loiola, empezará a hacerse realidad dentro de un mes, una vez que la Junta de Gobierno Local adjudicara ayer las obras por casi 5,9 millones de euros. Con este proyecto se creará un gran eje urbano verde que se completará con amplios espacios de estancia en los que habrá zonas ajardinadas y entre los que destaca la gran plaza ya construida junto a la estación del Topo. Se habilitarán 86 plazas de aparcamiento en superficie, 50 de ellas entre la rotonda de Riberas y la estación y el resto, en el nuevo vial de Jauregiberri. Además, se prevé la posibilidad de ubicar junto al vial de coexistencia de acceso a garajes y carga y descarga otras 37 plazas en línea para estacionar por la noche. La travesía contará con un bidegorri y un ascensor al Alto de los Robles. Los trabajos durarán 14 meses.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión