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«La calle Iñigo se llamará 'Gora Erreala'»
Goia retó a la 'alcaldesa' a arreglar lo de los toldos y los pisos turísticos y su sustituta durante el Carnaval ordenó rescindir la cláusula del Puente Colgante de Bilbao «para ponerlo en Astiñene» Las Mañanitas y el traspaso de poderes a la diosa Momo llenan de humor el Salón de Plenos
AINGERU MUNGUÍA
SAN SEBASTIÁN.
Domingo, 11 de febrero 2018, 08:31
El frío no pudo con el cachondeo que rodeó durante toda la mañana a la diosa Momo del Carnaval donostiarra, quien protagonizó las Mañanitas desde un balcón del hotel Londres y recibió el poder de la ciudad en una ceremonia 'solemne' en el Salón de Plenos del Ayuntamiento con un divertido toma y daca con el alcalde, Eneko Goia.
Las bajas temperaturas no ahuyentaron a los comparseros quienes cumplieron con el tradicional acto de ir, en alegre kalejira desde la Parte Vieja, a despertar a la reina de la fiesta a sus aposentos en el hotel Londres. Allí les esperaba un piscolabis a base de refresco de naranja, frutos secos y galletitas que algunos no dudaron en mojar en vino moscatel para entrar en calor. Los turistas no dejaban de sacar fotos y es que motivos no les faltaban: un grupo de hawaianos se metía haciendo el ganso en las gélidas aguas de La Concha, los surferos daban espectáculo en el mar y andando descalzos por el paseo, y los diferentes grupos de comparseros ponían la nota histriónica, como un pastor que no dejaba de preguntar «dónde estará Wally».
La música de la txaranga los Pasai terminó sacando a la diosa Momo, Amaia Díez, y su séquito al balcón del hotel, desde donde lanzaron confeti de color blanco y azul y caramelos, antes de bajar a la calle y fundirse con carnavaleros ataviados, sobre todo con pijamas, batas y plumíferos, el disfraz perfecto para un día como el de ayer.
Al borde del mediodía los comparseros acompañaron a la diosa Momo, subida en un carruaje, hasta el Ayuntamiento para la ceremonia del traspaso de poderes. Allí les esperaban Eneko Goia, el concejal de Festejos, Alfonso Gurpegui, y todos los responsables de Donostiako Festak conjuntados como grupo de gospel. La txaranga hizo sonar 'Quisiera ser alcalde donostiakua' y los presentes se pusieron a bailar en el Salón de Plenos debidamente emparejados.
El alcalde dio la bienvenida a todos y confió en su buen hacer «para que la ciudad se llene de alegría y buen humor». Goia tenía listo el decreto para el traspaso de poderes aunque «aún me falta por fijar el plazo temporal» que dejaría a la diosa Momo gobernar Donostia. Explicó que estaba encantado de que una mujer tuviera el mando de la ciudad: «Ya era hora de que hubiera una mujer alcaldesa, ya era hora», dijo en medio de una gran ovación. Ahora, advirtió a Amaia Díez que su mandato no iba a ser un camino de rosas. «Vas a tener bastante trabajo, tienes una serie de cuestiones que tendrás que solucionar y a lo mejor de aquí al lunes no te da tiempo. Por eso voy a delegar el poder durante dos meses», dijo entre risas. «A ver si con un poco de alegría y buen humor arreglas lo de los toldos de la Parte Vieja, lo de los apartamentos turísticos y alguna cosa más. Y así cuando volvamos al gobierno», le dijo mirando al concejal Gurpegui, «lo tenemos todo solucionado. Estoy seguro que lo haréis mejor que nosotros», finalizó el alcalde.
Goia dijo en el traspaso de poderes que «ya era hora de que Donostia tuviera una alcaldesa»
La diosa Momo 'tuneó' la bandera de Donostia con los colores arco iris en favor de la diversidad
Goia entregó a la diosa Momo el bastón de mando de la ciudad y recibió a cambio una bandera donostiarra tuneada con los colores arco iris. «Con ello quiero transmitirte nuestra postura a favor de la diversidad, de la diferencia, de la integración, el respeto, un código moral universal en el que todos nos veamos reflejados y nos sintamos a gusto», pronunció entre aplausos.
Ya con el poder de la ciudad, la diosa Momo dictó sus primeros decretos: «Dado que la construcción de las piscinas del polideportivo de Altza va para largo por la contaminación por amianto, ordeno instalar en verano piscinas de plástico, y ordeno a los bomberos mojar al personal para aliviarles de lo 'calentitos' que están en el barrio con este tema». Para subir hasta lo alto de la torre del Buen Pastor propuso poner un servicio de «tele-sherpas que carguen con los turistas ante la imposibilidad de instalar un ascensor». En solidaridad con los aficionados de la Real, ordenó «pagar la cláusula del Puente Colgante de Bilbao y colocarlo junto al puente de Astiñene», y también dictó «cambiar en la Parte Vieja el nombre de la calle Iñigo por el de 'Gora Erreala'».
El pueblo aplaudió encantado las primeras decisiones de la diosa Momo y se puso a bailar al son de 'La Calandria'.