Borrar
La Comparsa Tradicional de Caldereros de la Hungría acampará en la plaza de la Constitución.

Ver fotos

La Comparsa Tradicional de Caldereros de la Hungría acampará en la plaza de la Constitución. J.M.LÓPEZ

Los Caldereros unen lo que ha roto el Brexit

La reina británica John Newton anima a los donostiarras a «cantar, bailar y festejar juntos». Las tribus de gitanos y zíngaras venidos desdela Hungría hacen sonar sus sartenes y panderetas al ritmo de las melodías de Raimundo Sarriegui

Jorge F. Mendiola

Sábado, 1 de febrero 2020, 08:10

Comenta

Extrañados por la temperatura y con temor a haberse equivocado de destino, los Caldereros llegaron desde la Hungría para anunciar el Carnaval. Pronto descubrieron que no se habían perdido, que estaban en Donostia y que las calles de la Parte Vieja eran suyas, como cada primer sábado de febrero. La Comparsa Tradicional, con 400 integrantes en sus filas -más mujeres que hombres-, inició su recorrido en Fermín Calbetón, a la altura de la plaza Lasala, para acampar hacia las diez de la noche en la plaza de la Constitución. Allí, los dantzaris de Kresala y la Banda de la Escuela de Música y Danza anunciaron la presencia de la reina John Newton, venida desde Manchester con las también británicas damas de honor Paul Hooper y Martin Brown.

Con un «leve» acento inglés, la reina lanzó su discurso de salutación al pueblo donostiarra, una ciudad por cuyo clima «frío, húmedo y desagradable es casi como Manchester pero con playas». Newton no es un novato en esta fiesta, de la que quedó prendado hace ya tiempo cuando la descubrió por accidente. Desde entonces, ha repetido cada año y siempre rodeado de amigos. En esta ocasión le acompañaban ocho.

Ver fotos

Galería. Los Caldereros recorren Egia

«Descendemos de una de las tribus que fueron el siglo pasado a trabajar a Inglaterra y algo se nos ha quedado. Llevábamos muchos años queriendo venir a vuestra preciosa ciudad, pero siempre desde Hungría nos daban largas o se nos adelantaban otras. Nos contaban que no merecía la pena, que era una fiesta incomoda, bulliciosa, callejera y sin clase», dijo con tono irónico, como manda la tradición, al tiempo que se declaró «conmovido de poder cantar, bailar y festejar juntos».

También hizo mención a las ganadoras del Tambor de Oro: «En Manchester somos del City, pero nuestro segundo equipo es sin duda la Real y especialmente las secciones de mujeres, a las que seguimos y queremos felicitar por sus extraordinarias campañas. Gora Erreala!», exclamó entre los vítores del público congregado bajo el balcón de la antigua Casa Consistorial.

La decisión de entregar la corona a Newton no fue insustancial, sino algo muy propio de los Caldereros, cuyo compromiso es estrechar lazos entre personas y culturas, un propósito más necesario que nunca en el día después del Brexit. A la reina y sus damas les agasajaron las 19 tribus que integran la Comparsa Tradicional: Aitzarte, Akelarre, Antiguotarra, Ardatza, Arrano, Artesana, Artikutza, Bare-Bare, Esperanza, Euskal Billera, Gaztelubide, Gehitu, Herria, Kasilda, Kresala, Suharri, Ur, Urgull y Zarautztarra. Completaban la comitiva el oso y su domador, la caballería, el carro con el yunque, la calesa de la reina y la txaranga Gauerdi.

Ver fotos

Galería. Gitanos y zíngaras recorren las calles de Herrera.

De forma paralela y casi simultánea, la Primitiva Comparsa de Caldereros de la Hungría 1884 partió desde la plaza de la Trinidad y montó su campamento en el atrio de Santa María, un cambio en el itinerario que introdujeron el pasado año y que parece ser definitivo por la mejor acústica y mayor cercanía al público que ofrece este escenario. Aprovecharon la parada para descargar todo el repertorio musical para voces de hombres y mujeres y la reina, Joxean Estébanez, pronunció su arenga a las tropas.

Parada frente a Ollagorra

La fiesta continuó por la calle Mayor, Fermín Calbetón, Esterlines y Narrika hasta la plaza de Sarriegi, donde los 'primitivos' hicieron un alto frente al busto del maestro. La comparsa se trasladó después hasta la calle General Etxagüe -novedad de esta edición-, para tocar frente a la nueva sede de la sociedad Ollagorra. Pasada la medianoche, se encaminaron de nuevo hacia 31 de Agosto, enfilando la recta final de la jornada, que concluyó al filo de las 2 de la madrugada en la plaza Virgen del Coro, frente a las sociedades Aizepe, Aitzaki y Gaztelubide. Al repertorio habitual sumaron la 'Canción Húngara' de la zarzuela 'Alma de Dios', de José Serrano, que interpretó el tenor Iñigo Vilas.

Dos gigantes ataviados con ropajes de calderero y zíngara pertenecientes a la Comparsa de Gigantes de Irun desfilaron con ellos y recibieron un cálido homenaje con motivo del 30 aniversario de la agrupación. Además, este año se dejaron sentir los caldereros llegados desde la comarca del Bidasoa, incluido su oso, que hizo buenas migas con el de la Primitiva Comparsa.

Ver fotos

Galería. Caldereros por Amara.

Pero la fiesta de los Caldereros se extendió más allá del Boulevard. En Gros, más de 200 personas aporrearon sus sartenes desde la tarde, con concierto previo de la Banda de Deba y campamento en la plaza del Txofre. Fue una jornada cargada de emoción, con el homenaje al presidente Kepa Madariaga, fallecido el pasado junio, como momento álgido. El compositor andoaindarra Joxemari Oiartzabal estrenó una pieza creada para la ocasión y el grupo de baile de Axular deleitó a los asistentes con una coreografía de Juan Luis Unzurrunzaga. También tocaron una canción de la Tamborrada de 1900, 'Mariscos en Tierra', composición que ha sido recuperada con arreglos del propio Oiartzabal. Los ecos de los Caldereros se escucharon asimismo en Amara Berri, Egia, Centro, Amara Viejo, Riberas de Loiola y Herrera. Una fiesta total.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Los Caldereros unen lo que ha roto el Brexit