El Muelle donostiarra amanece lleno de botellas tras otra noche de botellón
Paseantes y vecinos denuncian la suciedad que se acumulaba en la zona
Los botellones, más bien sus consecuencias, vuelven a indignar a los donostiarras. Si bien en muchas ocasiones las quejas de los vecinos se centran en los ruidos y las molestias que deben soportar para conciliar el sueño, en esta ocasión la protesta se centrá más en la suciedad. Y es que el Muelle donostiarra ha amanecido con restos de botellas tras otra noche en la que los jóvenes se han reunido para beber y disfrutar de la noche de Halloween, que se suma a un domingo en el que la ciudad registró un ambiente de primer nivel con la celebración del derbi ante el Athletic.
El problema es que la diversión de unos choca con el derecho al descanso y al paseo de otros, además de dañar la imagen de una ciudad que mima el turismo y que durante este puente ha recibido a miles de visitantes. Según las imágenes enviadas por varios paseantes, se aprecian decenas de botellas y botellines de alcohol y refrescos flotando en el agua entre los barcos que atracan en las aguas del Puerto donostiarra. Una imagen penosa y lamentable. La peor resaca de los botellones.
Lo cierto es que esa zona es un punto de concentración clásico de la juventud para beber en la vía pública. Un lugar que en tiempos del coronavirus ha reunido a cientos de chavales y que ha sido testigo, también, de escenas violentas. Como por ejemplo las vividas el sábado 4 de septiembre, en vísperas del primer domingo de regatas de la Bandera de La Concha, cuando un grupo de 20-30 jóvenes arrojó objetos y piedras a los operarios municipales que se encontraban colocando el vallado para la competición de remo.
El más multitudinario, en junio
Meses antes, en pleno junio, recién finalizada la Selectividad, cuando los bares estaban cerrados debido a la virulencia con la que azotaba la pandemia, se produjo un botellón multitudinario que perturbó el descanso de los vecinos. Una de ellas relató entonces a este medio que «estamos desesperados. Y el de esta noche ha sido el botellón más multitudinario. Se habrán juntado más de 500 personas. De hecho, a las ocho de la mañana aún había gente bebiendo y un olor nauseabundo... En el último mes se celebran botellones varios días a la semana, generalmente de jueves a sábado y a veces incluso los domingos, y hacen mucho ruido, hay gritos, peleas y cristales rotos... Cada vez se juntan más debajo de las casas, donde viven niños y bastante gente mayor. Además, las viviendas son antiguas y no están muy bien insonorizadas, por lo que los ruidos son muy desagradables».
Vecinos de la Parte Vieja se manifestaron el mes pasado contra las «graves consecuencias» que los botellones están originando en su descanso
Con todo este contexto, los vecinos de la Parte Vieja celebraron el pasado 1 de octubre una manifestación en protesta por los continuos botellones y aglomeraciones que se han producido en el barrio. Organizado por Parte Zaharrean Bizi Auzo Elkartea, el colectivo destacó las «graves consecuencias» que están produciendo los botellones en la «convivencia, el descanso y la salud de los vecinos», así como el incremento de la sensación de inseguridad en la Parte Vieja y de la «oferta de drogas de forma descarada».