La barredora esparce su aceite por la Parte Vieja
Un vehículo de la limpieza tuvo una avería y para cuando se dio cuenta el conductor había derramado un resbaladizo líquido por todas las calles
No es la primera vez que sucede (ni será la última). De hecho, este periódico tiene constancia de cuatro sucesos parecidos en la última década. ... Una barredora del servicio de limpieza viaria armó este jueves una buena en la Parte Vieja y sus inmediaciones. La avería en un manguito esparció un aceite hidráulico por todas las calles por donde pasó. Para cuando se dio cuenta el conductor, el barrio era ya una pista de patinaje y fue necesaria la presencia de los bomberos para atenuar el problema. El pequeño vehículo terminó siendo remolcado por la grúa en la calle Enbeltran, mientras se trataba de controlar el problema esparciendo sepiolita allí por donde había pasado la barredora.
Los bomberos se afanaban a las 10.30 horas en controlar el problema en Reina Regente, donde había llegado el rastro de la dichosa barredora, aunque el problema gordo se encontraba en las calles de la Parte Vieja. Todas las vías por donde había pasado el vehículo tenían sus pavimentos teñidos de una especie de tierra batida. La sepiolita es una arcilla mineral muy porosa, lo que la convierte en un material ideal por sus características para atrapar todo tipo de líquidos, en especial los industriales, en derrames de este tipo. Es un elemento inerte, ignífugo, no es tóxico, no irrita, no es peligroso para la salud ni para el medio ambiente y es 100% biodegradable. Su acción, eso sí, no es inmediata y este jueves hubo que dejar que actuase durante varias horas hasta que por la tarde los equipos de limpieza procedieron a su retirada, según explicó el concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos, Carlos García (PSE).
Otros sucesos parecidos
Casi en cada legislatura se ha producido uno o varios episodios de este tipo en la Parte Vieja y otras calles del Centro. El 7 de febrero de 2022, el Boulevard y las calles adyacentes presentaron desde primera hora un aspecto inquietante. «Una mancha de color anaranjado se extendía por toda la zona de carga y descarga y por otras vías como las calles Mayor, San Jerónimo y Enbeltran».
Entonces, el suceso tuvo lugar a primera hora de la mañana (07.45 horas) y el responsable fue un vehículo cisterna que se encontraba en labores de limpieza y derramó su propio aceite hidráulico. Los servicios municipales dejaron pasar varias horas para que la sepiolita 'chupara' todo el aceite derramado y la tarea de limpieza se completó a partir de las 11 horas, cuando una máquina baldeadora con agua a presión condujo este material hacia las alcantarillas de aguas pluviales de la zona.
El 3 de noviembre de 2015, la mancha llegó desde la Parte Vieja y el Boulevard a varias calles del Centro. Según informaron desde Protección Civil, una máquina barredora encargada de la limpieza de esta zona de la ciudad sufrió una fuga de una «sustancia resbaladiza» y, sin percatarse de esta circunstancia ni cruzarse por el camino con nadie que le advirtiera, su conductor circuló por las principales aceras del núcleo urbano embadurnándolo todo del material viscoso que perdía el vehículo.
También en Gros
Unos meses antes, otra máquina barredora se paseó por el barrio de Gros dejando un reguero de aceite a sus espaldas.El uso del serrín está desaconsejado por las autoridades sanitarias para combatir derrames de esta naturaleza porque, en el caso del aceite, aumenta el carácter inflamable de la mezcla. Además, su dispersión tiene contraindicaciones medioambientales y, al proceder de maderas duras, el serrín es considerado un agente potencialmente cancerígeno. La sepiolita, en cambio, es un mineral idóneo para la absorción de aceites e hidrocarburos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
