Gente de la ciudad
Los bares de Easo reviven de nuevoTras finalizar las obras del metro, han recuperado a sus clientes y ya lucen las terrazas, que tanto esperaban
Joti Díaz
Sábado, 9 de agosto 2025, 08:12
Esta tarde llega el cañonazo, el inicio de la Semana Grande donostiarra. La hostelería se prepara en toda la ciudad para una semana de mucho trabajo, para atender a locales y visitantes.
Llegó la normalidad para bares y restaurantes de la calle Easo, en el tramo de la calle San Marcial y Arrasate. Tras siete años con numerosas obras por el metro, ahora la calle luce con una amplia acera y un carril de tráfico, sólo para autobuses. Ayer nos dimos una vuelta y saludamos entre otros a Imanol Galdos, su esposa Itziar Iriondo y su hijo Eneko en la terraza del bar Ciaboga. Imanol acababa de llegar de Boise (Idaho, EE UU), donde estos días se ha celebrado la gran fiesta de la diáspora vasca, con numerosos vascos que hasta allí se desplazaron,
El Juan Sebastián Bar no cuenta con cocina pero ofrece otras variantes del gusto de los clientes. Su propietaria Margarita Soto es muy activa y organiza todos los meses exposiciones de pintura y conciertos en directo además de tardeos. Está contenta con la apertura de la calle y espera que le concedan más mesas para su terraza. Disfrutaban Mª Jesús Egido, Macarena Domínguez-Macaya y el empresario textil Juan Villanueva. Enfrente el bar restaurante Aitana, que también ha sufrido lo suyo estos años. Así lo comentaba su gerente Jorge Pereiro. Uno de los propietarios de este establecimiento es el cestapuntista Imanol López. En la terraza del bar-restaurante Lobo, pegaba el sol y con las sombrillas abiertas disfrutaba la familia Agirre-Martínez, con Martín y Begoña y sus hijos Martín y Jone.
En la panadería-pastelería Errotaundi nos recibe Sara Ugalde. Esta tienda de gran éxito, ha atendido por las obras lo mejor que ha podido a los clientes.
En la calle San Marcial, también están notando la apertura de la calle Easo. Félix Jordán y su hijo Joseba son propietarios del Lamperna. Para ellos es una buena época de trabajo. Para conocer si la apertura de Easo les ha afectado, opinan que hay que esperar a los meses de ocutbre y noviembre, cuando la ciudad recupera su ritmo habitual. Así piensan el resto de establecimientos, como La Espiga, con los hermanos Jesús, Txema, Luma y Coro. Enfrente el Sanse, cuyo propietario es Napo Lertxundi, dueño de numerosos establecimientos además de la sidrería Saizar, quien opinaba que hay que aprovechar ahora con la llegada del turismo.