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El Ayuntamiento mantiene su buena salud económica y ha cerrado 2024 con un superávit de 1,12 millones de euros, que empleará en cubrir ... nuevas necesidades en proyectos como la ampliación del centro de Servicios Sociales de Riberas de Loiola y el haurtxoko de Amara o la adquisición de un tractor para la finca de Artikutza. La deuda viva representa un 29,7% de los ingresos ordinarios, muy por debajo del 70% considerado razonable por la UE para los consistorios, por lo que podrá afrontar sin tensiones la compra de los cuarteles de Loiola.
La Cuenta General del pasado ejercicio aprobada por la Junta de Gobierno Local recoge otros datos positivos. El remanente de tesorería asciende a 168,2 millones de euros, de los 167,1 se incorporan al Presupuesto de 2025 para hacer frente, principalmente, a inversiones ya programadas. Así las cosas, «no hay ningún obstáculo financiero para que este año se ejecuten todos los proyectos previstos», anuncia el concejal de Personas y Gestión Económica y Presupuestaria, Kerman Orbegozo, quien detalla que en 2024 se recaudó más dinero del presupuestado en impuestos y tasas municipales importantes.
Por ejemplo, el IBI liquidó 0,8 millones de euros más de lo previsto, el ICIO (Construcciones, Instalaciones y Obras) 1,4 millones, el IAE (Actividades Económicas) 1 millón adicional –«por el aumento registrado en el padrón de este impuesto»– y la tasa por ocupación del dominio público con obras, 1,8 millones más. Por contra, en basuras, agua y saneamiento los ingresos se mantienen sobre lo presupuestado y la aportación del Fondo Foral de Financiación Municipal (Foffim) ha sido 6 millones inferior a la estimada «por las devoluciones a los mutualistas».
En cuanto a los ingresos extraordinarios, el delegado del PNV subraya que se han cumplido las previsiones del ejercicio 2024 y además no se han dispuesto los nuevos préstamos que se habían solicitado por importe de 66,9 millones de euros, destinados mayormente al pago al Ministerio de Defensa por los terrenos de los cuarteles, compraventa que aún no se ha firmado.
El gasto ordinario ha sido 35,4 millones inferior a lo previsto, con un desglose en el que destacan capítulos como el de personal (-1,2 millones), gastos de funcionamiento (-20,6 millones), subvenciones (-12,5 millones) y carga financiera (-1,1 millones). No obstante, de estos 35,4 millones no gastados se han incorporado al Presupuesto 25,3 millones.
El pasado ejercicio se ejecutó un 16,98% del gasto en inversiones, porcentaje que Orbegozo enmarca «dentro de las cifras normales teniendo en cuenta que muchos proyectos están iniciados y en marcha y cuentan con partidas plurianuales».
El edil jeltzale cifra en 111,5 millones la deuda viva, es decir, el dinero pendiente de devolver a las entidades financieras. Son 7 millones menos que en 2023, ya que «se han ido amortizando intereses» de los préstamos bancarios vigentes. En este apartado todavía no está computado el crédito pedido para financiar los cuarteles de Loiola, aunque esta operación no elevará el nivel de endeudamiento hasta el 70% que establece la normativa.
El ahorro corriente (bruto) a 31 de diciembre ha sido de 20 millones de euros, lo que «refleja la capacidad que tiene el Ayuntamiento de hacer frente a sus gastos ordinarios con ingresos ordinarios». El ahorro neto, que resulta de restar al ahorro corriente las cuotas pendientes de abonar por créditos vigentes, ha sido de 6 millones de euros.
En lo que al pago de las facturas a proveedores se refiere, el Ayuntamiento ofrece un índice medio de 21,38 días, lo que según Orbegozo refleja un «bajo nivel» de endeudamiento comercial. «El puntual pago a los proveedores es otro síntoma de unas cuentas saneadas. Cuando las finanzas se encuentran equilibradas, los proveedores cobran de las instituciones en un periodo razonable», apunta el responsable de Gestión Económica y Presupuestaria, quien señala que el límite del periodo legal de cobro se establece en 30 días desde la emisión de la factura.
La Cuenta General de 2024 que ha aprobado la Junta de Gobierno Local es un «reflejo fiel» de cómo se han gestionado los recursos públicos a lo largo del ejercicio porque «se basa en datos objetivos y no en valoraciones políticas: es información contable del Ayuntamiento».
«Hemos gestionado con prudencia, eficiencia y responsabilidad. Tenemos capacidad inversora, los servicios públicos están garantizados, los pagos se realizan prácticamente al día y contamos con una base sólida para seguir impulsando proyectos en 2025», afirma el concejal de Personas y Gestión Económica y Presupuestaria, Kerman Orbegozo, quien destaca que la situación económica del consistorio donostiarra a 31 de diciembre de 2024 es «buena y saneada».
Con un remanente de tesorería «positivo» de 168,2 millones de euros y un ahorro corriente de 20 millones, el delegado del PNV asegura que «hemos podido funcionar bien, sin tener que recurrir a endeudamiento adicional y generando margen para poder invertir».
El periodo medio de pago de las facturas es de 21,38 días, «un muy buen índice» ya que el límite legal son 30 días. «Somos una administración solvente, que cumple y respeta a los proveedores», subraya Orbegozo, quien concluye que «tenemos liquidez, equilibrio y capacidad financiera para hacer frente a los compromisos de 2025».
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