1917. Pocas mujeres usaban las duchas en la Casa de Baños
En enero de hace un siglo, dos féminas se dieron una ducha en los baños públicos de Easo, frente a 65 varones
MIKEL G. GURPEGUI
Martes, 7 de febrero 2017, 06:20
Hace un siglo, una media de 13 personas se bañaba cada día en la calle Easo, en aquellos baños municipales situados bajo el cerro de ... San Bartolomé que recientemente han desaparecido con las obras de remodelación de la zona, aunque su fachada será aprovechada.
Si bien anteriormente había habido baños públicos junto al lavadero de Loyola y en la calle de San Juan, la casa de baños que funcionó entre 1916 y 1990 en la calle Easo fue el establecimiento de referencia. Hace cien años, aquellos baños públicos eran aún recientes y había curiosidad en la ciudad por comprobar su funcionamiento y su incidencia en la higiene comunitaria. Hay que recordar que entonces las viviendas modestas carecían de otros sistemas de limpieza personal que no fuera, con suerte, un lavabo o fregadero.
'La Voz de Guipúzcoa', en su edición del 7 de febrero de 1917, presentaba la estadística de la Casa de Baños en el mes de enero del 17, con una lectura positiva de su existencia. Según aquel periódico, los datos «prueban lo acertado de la implantación de la 'casa de baños' para las clases no pudientes, que por una pequeñísima cantidad pueden darse el verdadero placer de la limpieza y de la higiene corporal».
En enero de 1917 habían tomado «baños de pila» (o sea, en bañera) 401 personas, «lo que representa un promedio de 13 diarios». De las 401, 215 eran hombres y 181 mujeres.
Si ellas usaban un poco menos las bañeras, utilizaban poquísimo las duchas. «Las duchas no son de agrado del bello sexo, pues solamente se han servido dos, mientras que el sexo fuerte ha utilizado las duchas 65 veces».
Qué lejanos se nos hacen los tiempos en que se hablaba del 'sexo fuerte' y el 'sexo débil'. Y qué curioso que las duchas se considerasen entonces poco femeninas.
La estadística aportaba algún detalle curioso: «De las 468 personas que tomaron baño o ducha, utilizaron las toallas 322 (240 hombres y 82 mujeres) y se vendieron 220 jabones, que fueron solicitados por 181 hombres y 39 mujeres». Ellas, más ahorradoras y previsoras, se llevarían el jabón y la toalla de casa.
«Pobres de solemnidad»
Si les ha sonado mal la expresión 'sexo débil', qué podemos decir de la de 'pobre de solemnidad'. «También se han servido cinco baños de pila, gratuítamente, a otros tantos pobres de solemnidad».
En 'La Voz de Guipúzcoa' concluían que «la implantación y funcionamiento de este servicio es un acierto. No sabemos si rinde producto o si no llega a cubrir los gastos de sostenimiento. Si lo primero, debe abaratarse más aún el servicio, para que se propague su uso, y si la 'casa de baños' origina algún gasto, crea el Ayuntamiento que habrá poco dinero mejor empleado que el que se invierta ahí».
En todo caso, ir a un baño público era novedoso y aún poco habitual, como deja ver el cierre del artículo, comentando que «si en pleno invierno hay 468 personas que no le tienen miedo al agua, calcúlese el movimiento que habrá según vaya avanzando la estación».
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