Hondarribia aprieta la Liga en un nuevo ejercicio de resiliencia

Seis días después del duro golpe recibido en la Bandera de La Concha, Hondarribia volvió a exhibir esa capacidad casi sobrehumana para reponerse ante las adversidades y ofrecer su mejor nivel. En un nuevo ejercicio de resiliencia, la Ama Guadalupekoa apretó la Liga en Bermeo tras superar a Urdaibai en un tenso mano a mano que incluyó una polémica acción del juez de mar, que estuvo a punto de chocar su motora con las palas de la Bou Bizkaia.

El problema de Hondarribia no es tanto volver a superar este domingo a Urdaibai, que será complicado, sino encontrar ese aliado necesario para que se cuele entre ambos. Porque, si exceptuamos la famosa regata de la ciaboga en Getaria, hay que irse hasta Zierbena, el 17 de julio, para encontrar una prueba en la que ambas embarcaciones estuvieran separadas por más de un punto.

Ese aliado en Bermeo pudo ser Donostiarra, muy competitiva hasta el tercer largo, en el que no pudo optar ya a la victoria. Orio fue un quiero y no puedo y firmó su peor posición en la Liga si exceptuamos la regata de Ondarroa, condicionada por el cambio del viento entre tandas.

La rabia acumulada en estos seis días fue la gasolina que utilizó Hondarribia para arrancar la trainera. Protegida por el rompeolas en su parte inicial, la Ama Guadalupekoa picó dos segundos a Donostiarra y Urdaibai en el primer minuto de regata.

Tras la primera maniobra, la renta ya era de cuatro sobre la Torrekua II y de cinco sobre los locales, que mostraron maestría en el viraje y en la salida de la baliza, ya que en unas pocas paladas redujeron su desventaja a dos segundos.

Si de brankas había lucido Hondarribia, en popare lo hizo Urdaibai, que se situó como proa de regata para ciabogar en primera posición con dos segundos sobre la Ama Guadalupekoa y cinco sobre Donostiarra.

Pero de nuevo de brankas, y al abrigo del rompeolas, Hondarribia retomó el mando. Ambas tomaron la ciaboga a la par antes de que los bermeotarras volvieran a exhibir su maestría para distanciarse de una forma que pareció definitiva porque la renta alcanzó los seis segundos a 1.000 metros del final.

En ese momento, Amunarriz llevó la trainera a babor, hacia la calle 2, y Aranberri hizo lo mismo yendo a estribor. Ambas se situaron muy cerca y el juez de mar reaccionó avisando a las dos embarcaciones, que obedecieron. Pero como el triunfo estaba en esa calle, ambas volvieron a las andadas y el juez de mar volvió a intervenir, solo que esta vez al conductor de la motora se le fue la mano y en su acelerón situó a la embarcación a escasos centímetros de las palas de la Bou Bizkaia. Y bien sea por ese movimiento, o porque Hondarribia cogió un par de olas, lo cierto es que la Ama Guadalupekoa se marchó mientras el juez de mar le mostraba la bandera azul, lo que no impidió que lograra la victoria.

En la primera tanda ganó Zierbena por delante de Getaria, que aseguró su quinta plaza en la clasificación final, y ambas se colaron por delante de Orio.

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