Donostiarra alcanza el punto óptimo de madurez
La Torrekua se dispone a pelear por las banderas gracias a una buena cuadrilla continuista mejorada con cuatro altas de calidad
Viene dando pasos firmes año tras año, consolidando cada avance y poniendo las bases para seguir creciendo. ¿Hasta dónde? Es la pregunta que rodea a ... la Donostiarra en esta previa de Liga Eusko Label. Lleva varias temporadas tocando a la puerta del duelo entre los mejores –ha conseguido siete banderas en cinco veranos– y en el horizonte de su proyecto deportivo está poder derribarla para optar a cotas mayores. Las últimas tres campañas ha finalizado en puestos de tanda de honor y la plantilla de hoy no es sino una versión mejorada de aquella que ha logrado estabilizarse en la élite. Conclusión: ¡Ojo con Donostiarra!
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Consciente de que el rendimiento y los resultados ya apuntan hacia arriba, el entrenador Igor Makazaga no quiere apagar esa ilusión y ambición que brota en el club. «Diría que tenemos el mejor equipo que hemos tenido nunca, con un bloque sólido que viene mejorando con el tiempo al que se suman cuatro incorporaciones que nos elevan el listón del nivel».
Se refiere el míster a remeros de la talla de Iker Eizmendi, getariarra de 30 años que viene de Orio después de pasar tres temporadas en Ondarroa; Luis Manuel González, gallego que tras cuatro años al máximo nivel en Bermeo probó el pasado verano en Cabo; Jaime Lara, sevillano curtido en banco móvil en Labradores y que ha acumulado cuatro años de experiencia ACT en Kaiku; y Ioritz Orbegozo, que vuelve tras dos años sabáticos después de ser un fijo en Donostiarra entre 2018 y 2021. Peru Jauregi, Unai Loyarte y Markel Zapiain suben del filial dando sentido a la pirámide trabajada en Kaiarriba. Pero por encima de todo, ha conseguido mantener un bloque compacto compuesto por catorce remeros que se conocen a la perfección y reman cada vez mejor compenetrados.
Las embarcaciones guipuzcoanas
Fiabilidad y garantía, sinónimos de Hondarribia
Getaria, una continuidad próspera
En esta tesitura, Makazaga explica que «no tenemos el currículum que hay en otras embarcaciones, pero sí un nivel importante. Hace cinco o seis años en el club vivimos la tentación de acelerar un proceso para optar a mejores resultados, pero hemos ido paso a paso hasta llegar a un punto muy bueno en el que estamos ahora, asentados en los puestos de arriba. El grado de éxito ahora depende un poco de los rivales. El margen de mejora que nos queda tiene que ver con aprender a competir entre los mejores. A ver si explotamos ese frente».
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Bien desde el invierno
En la antesala del inicio de la liga regular, la Torrekua ya ha experimentado el empujón moral de la victoria. Se impuso en la Bandera de Mutriku, donde competían otras siete traineras de la máxima categoría, entre ellas dos favoritas como Zierbena y Hondarribia. Una semana más tarde igualó en tiempo con Getaria, diez segundos por detrás de la Ama Guadalupekoa, en el Campeonato de Gipuzkoa. Se tuvo que conformar con un discreto sexto puesto en el de Euskadi, con un mar revuelto en Donostia. El discurso posterior del míster revela la exigencia que se respira en Donostia. Makazaga considera que «no hemos dado nuestro nivel en los campeonatos. En liga espero estar entre los mejores».
También resulta significativo que en los test más lejanos del invierno, a la hora de acudir a medir el resultado del trabajo, los números fueron benévolos con Donostiarra. Solo Urdaibai mejoró su tiempo en el Descenso del Oria –por siete segundos– y de nuevo los de Bermeo más Zierbena fueron mejores en la crono de San Pedro. Todos los demás, por detrás. Aquellas referencias indicaron que el equipo caminaba en buena dirección y eso mismo se dispone a confirmar a partir de hoy la cuadrilla blanca.
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El primer objetivo para mantener la altura de las expectativas será volver de Galicia en una buena posición. Hace un año, el séptimo puesto en A Coruña para arrancar la competición supuso un golpe del que, no obstante, se recuperó de la mejor manera una semana más tarde en su aguas, ganando la Bandera Fabrika desde la segunda tanda. Aquel día la trainera donostiarra lució su gran cualidad de empopar en los largos de vuelta. Fue la única victoria del verano y los remeros ya están sedientos de otra gran celebración.
No tendrán que esperar mucho para volver a revivir una jornada de la liga Eusko Label en la bahía donostiarra. Llegará en la tercera jornada, el próximo sábado. Y los recuerdos no pueden ser mejores. La Bandera se quedó en casa. Una ocasión especial para visibilizar el creciente auge social que viene experimentando el remo de banco fijo en la capital guipuzcoana. Cada vez son más quienes se suman a una causa que hoy por hoy se ha ganado el derecho a soñar con metas ilusionantes. Metas impensables hace solo una década.
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