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Arraun Lagunak se rearma en la clasificatoria de La Concha
La Lugañene logra el mejor tiempo, aumenta su autoestima y por primera vez habrá dos gallegas en la Bandera de La Concha
La clasificatoria de La Concha. El mismo nombre de la regata deja bien a las claras de lo que se trata. Hay quien se la toma muy en serio, quien manejando los tiempos levanta o no el pie del acelerador y quien, sabiéndose muy superior, completa la distancia sin necesidad de exprimirse. Sea como sea, clasificarse es el único objetivo. A partir de ahí, establecer teorías resulta un ejercicio tan sencillo como inútil porque nadie sabe a ciencia cierta si lo mostrado es o no real. No obstante, para Arraun Lagunak la clasificatoria de ayer supone un rearme, al menos moral, de cara al domingo. Que luego sea o no capaz de trasladar esta superioridad de ayer a la lucha cuerpo a cuerpo de la primera jornada está por ver. Lo que es seguro es que las remeras de la Lugañene no van a coger la estacha con los mismos complejos que tenían en Zarautz. Como dijo Xubane Uribarrena tras la regata, «borrón y cuenta nueva».
Estar con las mejores te hace mejor. De eso no hay duda. Sucede en cualquier ámbito de la vida y, por ende, en el remo donde estar con las mejores significa remar en la Liga Euskotren. Como sucediera el miércoles en la regata masculina donde los diez botes de la Liga Eusko Label coparon las diez primeras posiciones, ayer la tres embarcaciones de la máxima categoría marcaron los tres mejores tiempos de la regata. Y con diferencia. Porque entre Tolosaldea, tercera e Hibaika, cuarta, hubo doce segundos, mientras que entre la Madalen y Chapela, séptima, la distancia no llegó a los ocho.
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Como cada año, existía la duda de conocer el potencial de las embarcaciones gallegas, al menos de las de Cabo y Chapela, las grandes dominadoras de la Liga Galega, y ambas demostraron ser embarcaciones de un nivel similar a las de la Liga ETE. Las dos consiguieron clasificarse. Cabo, por primera vez desde 2016 siendo la única novedad respecto al año pasado, y Chapela repitiendo presencia. Ambas han logrado que por primera vez la Bandera de La Concha cuente con dos traineras gallegas en la lucha por la victoria, contrarrestando de alguna forma el fiasco masculino del día anterior.
El Grupo A, el de las favoritas, fue el primero en salir a una bahía algo más en calma que el miércoles. Tirán, que disputará el playoff de ascenso a la Liga Euskotren tras la renuncia de Mugardos, fue la primera referencia, aunque no fiable porque el paso de Tolosaldea dejó en evidencia su crono en la baliza, no en vano lo mejoró en dieciocho segundos.
El paso posterior de Zumaia y Deusto confirmó que juegan en otra liga, pero llegó Orio y las aguiluchas, las reinas del Cantábrico esta temporada, superaron el crono de las tolosarras en tres segundos.
Cabo era una de las grandes incógnitas y en balizas dejó patente que aún le queda para estar al nivel de las Euskotren, aunque su crono podía servirle si hacía un buen largo de vuelta porque Hondarribia, Hibaika y Chapela, la otra gran duda, mejoraron el registro de las de Boiro, que a mitad de recorrido tenían el séptimo mejor tiempo, con Zumaia y Deusto a seis segundos y Ondarroa, a siete.
El mejor largo de ida fue para Arraun Lagunak, que mejoró en cinco segundos el crono de Orio y en ocho el de Tolosaldea. Estaba claro que ninguna de las tres iba a sufrir para clasificarse.
Reacciona Orio
Quizás espoleadas por las referencias que le llegaron en la baliza, Orio reaccionó en popare donde las aguiluchas firmaron el mejor tiempo, superando en 90 centésimas el registro de la Lugañene.
Fue sobre todo tras la maniobra cuando las de Patxi Francés lograron recortar distancias, llegando a ponerse un segundo por delante de Arraun Lagunak, que de la isla para adentro volvió a superar a Orio para lograr el mejor tiempo.
Tolosaldea confirmó una tercera posición que nunca se vio amenazada y, visto lo visto, muy mal lo tendría que hacer en el playoff ante Deusto y Tirán para no conservar su plaza en la Liga Euskotren.
En la lucha por las cuatro últimas plazas, Cabo mejoró ampliamente los registros de Deusto y Zumaia gracias a un muy buen largo de vuelta en el que marcó el cuarto mejor tiempo.
Sin embargo, Hibaika le superó por poco más de un segundo confirmando su décima presencia consecuvita en la Bandera de La Concha, con lo que iguala las diez ediciones seguidas en las que participó San Juan.
Chapela no pudo con ambos cronos y Hondarribia, pese a bajar sus prestaciones en popare, logró meterse por delante de la Arealonga para firmar el sexto mejor tiempo.
Chapela quedaba por tanto como la frontera entre la eliminación y la gloria, pero cruzarla se había convertido en una misión casi imposible para el resto viendo sus tiempos en la ciaboga.
Ondarroa pagó muy caro su flojo primer largo porque en el segundo calcó prácticamente el registro de las gallegas y finalizó en esa siempre dolorosa octava posición.
Zarautz, que de brankas tampoco fue demasiado bien, también realizó un buen largo de vuelta firmando los tiempos de la Arealonga y la Antiguako Ama para ser novena.
Deusto y Zumaia, que a mitad de regata estaban a seis segundos de Cabo, volvieron peor y fueron décima y undécima.
Así que conocida la identidad de las siete acompañantes de Donostiarra, quedaba por saber la composición de las dos tandas del domingo. Y el sorteo envió a las dos grandes favoritas, Orio y Arraun Lagunak, a la segunda tanda. No sucederá por tanto lo del Campeonato de Euskadi. Junto a ellas estarán Donostiarra y Chapela. En la primera tanda remarán Hibaika, Cabo, Tolosaldea y Hondarribia.
El domingo comenzará por tanto a desvelarse si lo visto ayer en la bahía donostiarra tiene algo que ver con la realidad o si, por el contrario, la clasificatoria hace honor a su nombre y vale para lo que vale.
