Secciones
Servicios
Destacamos
Pinta buena cara para haber estado festejando su último logro. «No he hecho mucha juerga pero pasé un día muy feliz», dice sobre el domingo ... Juan Mari Etxabe (Oiartzun, 1966), entrenador de Arraun Lagunak. No hace falta que lo diga. Lo dice su semblante. La ilusión no se gasta con el paso de los triunfos. Aparece igual de natural y campechano que siempre al acto de reconocimiento de Adegi a las primeras traineras guipuzcoanas en La Concha. Saluda y atiende a las gentes del remo, las que mejor saben valorar a quién tienen delante. Un mito. ¡Doce Conchas suma! Cada una con su intrahistoria. Las recuerda para DV.
1986, 1988 y 1990 San Juan, remero
La primera Bandera de La Concha que figura en el palmarés de Etxabe data de 1986. «La del estreno no se olvida nunca, aunque tenía 19 años y no era consciente del logro. Tampoco había tenido una juventud muy entregada al remo porque empecé tarde a remar. El que era un aficionado acérrimo era mi padre. Yo me inicié con 17 años porque cuando empecé a trabajar un compañero me dijo que tenía cuerpo de remero y que me animara».
Etxabe no remó los dos primeros domingo de septiembre en la Erreka, pero sí disputó la clasificatoria del jueves. «Había muy mala mar y rompimos la palca, pero aún y todo entramos entre los siete. Recuerdo los nervios de la gente y la tensión que se respiraba pero yo era joven y tampoco le daba el valor que ahora sé que tiene. Ni siquiera en los dos domingos era muy consciente de lo que acarrea por detrás La Concha. Empecé a darme cuenta de lo que era aquello en el recibimiento y la fiesta posterior».
El año siguiente, no pudo competir «porque me tocó hacer la 'mili'» y en 1988 volvió al bote de titular indiscutible los tres días de la Bandera. «Empecé a darle a La Concha la trascendencia que tenía. Tenía un puntito más de madurez. Empecé a valorar las lágrimas de los abuelos y abuelas del pueblo. Para San Juan volver a ganar y hacerlo ante San Pedro, con el pique que había, era lo más grande. Teníamos un buen grupo, con un bloque que en 1989 ganamos el Campeonato de España en el ocho de banco móvil, que deportivamente para nosotros tenía gran valor. Estiramos la racha hasta la Concha de 1990, otra vez en un gran duelo con San Pedro». Con el oiartzuarra de ankeko, San Juan marcó un registro de 39:37.68 en el cómputo de los dos domingos, rebajando la plusmarca de 1986 (39:54.92), también rosa.
1995 Donibaneko, remero
El siguiente éxito lo cosechó en el mismo pueblo, pero en otro club: Donibaneko. «Hubo una escisión y surgió del mismo pueblo otra entidad. Aquella Concha fue emotiva. Algunos remeros decidimos salir de San Juan y fueron momentos duros. Nuestra lucha era la de seguir remando y volver a ganar, por lo que conseguirlo fue especial. Supuso un gran descanso para nosotros y para parte del pueblo. Todos los esfuerzos de un grupo de testarudos del pueblo tuvieron su premio. La celebración sí fue un poco rara por la división, pero para el grupo de familias involucradas significó una gran alegría. En aquel ciclo tejimos unas relaciones muy estrechas».
Para entonces, Etxabe ya era un líder dentro de la trainera. «De cabeza sí era un remero más completo, curtido en mil batallas y físicamente seguía estando bien». La extensión del patrón Juan Mari Lujambio en las tostas.
2006 y 2008 Castro, remero y entrenador
En 2004 inició la aventura foránea, primero en Bermeo y a partir de 2005 en Castro. «Aquella fue la primera Concha conseguida fuera de casa. Con Korta. Se aprende mucho cuando sales. Me di cuenta de toda la gente que se mueve detrás del remo y lo del pueblo de Castro con nuestra trainera fue una locura. El trato que recibí y los amigos que hice me han dejado marcado para siempre. Fue un disfrute total. Me empeñé en que tenía que volver a ganar una Concha y lo conseguí. Tenía 40 años y estaba en el final de mi carrera deportiva, por eso lo saboreé mucho. Y también por bajar de 19 minutos. Ser parte de aquel récord es motivo de orgullo».
Afrontó después el reto de relevar a José Luis Korta como entrenador de La Marinera. «2017 fue un año de transición y en 2018 volvimos a ganar la Bandera. Era la primera de entrenador. Se vive igual de a tope. Sí que tienes esa sensación de responsabilidad. Yo sentí un gran alivio al ganar».
2014, 2015 y 2016 San Juan, entrenador
Cuando parecía que lo había hecho todo, «encontré un nuevo reto en casa, con la trainera femenina de San Juan –ganó tres Conchas consecutivas–. Ver a abuelos y abuelas del pueblo besar la Bandera y agradecértelo porque pensaban que ya no iban a vivir algo así, me rompió el corazón. Aquellos éxitos unieron al pueblo y desaparecieron hasta ciertas tendencias machistas de gente de avanzada edad. Fue un ciclo próspero, con un grupo de remeras excelentes y mucha ilusión año tras año».
2021, 2023 y 2024 Arraun Lagunak, entrenador
La marcha de su hija, Lorea, de San Juan a Arraun Lagunak está en el origen de una nueva etapa de éxitos en Donostia. «Estando yo en la directiva de San Juan, ella tenía una oferta de Arraun y yo siempre digo a un deportista que si tiene ambiciones y nivel deportivo, tiene que darles cauce. Yo me fui fuera en mi época y le invité a ella a hacer lo mismo porque siempre se aprende. En San Juan no se lo tomaron muy bien y poco a poco me apartaron. En Arraun necesitaban técnicos y por eso me sumé al proyecto. La Concha de 2021 tuvo el impacto de ser la primera para Donostia desde 1950, luego ese grupo ha crecido, en 2023 teníamos mejor equipo y lo de este año ha sido el triunfo de una gran familia que es Arraun Lagunak».
¿A partir de ahora? Lo tiene claro. «A por la decimotercera».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.