Toshack también puso un '2' en la quiniela...

Hoy también, como entonces, muchos tienen un '2' colocado en su quiniela. No me he cruzado con nadie desde la vuelta de Pilsen que me haya dicho que vamos a ganar. Eso sí, tampoco que se vaya a quedar en casa. Porque la fe es lo último que se pierde por mucho que los portales de apuestas paguen cuatro veces más el triunfo blanquiazul que el azulgrana a pesar de su condición de local. O quizás precisamente por eso, porque su trayectoria en Anoeta no le ayuda en nada, donde solo ha logrado un triunfo en los siete partidos disputados esta temporada.

El Barcelona llega como el equipo más en forma de Europa después de golear en sus últimos siete partidos al Young Boys (5-0), Alavés (0-3), Sevilla (5-1), Bayern (4-1), Real Madrid (0-4), Espanyol (3-1) y Estrella Roja (2-5). Lewandoweski lleva él solito 19 goles, Lamine Yamal ha repartido con su zurda 8 asistencias y marcado 6 tantos, Raphinha está imparable ahora que Flick ha decidido centrar su posición, Pedri ha recuperado la magia e incluso Iñigo Martínez vive una segunda juventud. Son días de vinos y rosas en 'Can Barça' que nada tienen que ver con la etapa anterior con Xavi llena de pesimismo.

Desde el prisma txuri-urdin la derrota en Pilsen tampoco ayuda a que los de Imanol lleguen con la autoestima disparada. Se vieron tan superiores en el tramo final del partido que no se contempló la posibilidad de regresar de vacío a casa. Por eso el golpe fue doble. Pero mirando más allá, son accidentes que se pueden reconducir con cuatro partidos por delante en Europa y tres en casa, porque las opciones de clasificarse entre los 24 primeros siguen siendo más que importantes.

Luego está el factor físico, porque la Real regresó a Gipuzkoa dos días antes de enfrentarse al Barcelona cuando éste jugó el miércoles en Belgrado. Imanol, con buen criterio, apostó por poner en liza a sus mejores hombres para tratar de ganar al Pilsen y ahora le toca recuperar contra reloj a muchos de esos jugadores para formar de nuevo esta noche en un partido de la máxima exigencia. La buena noticia es que, más allá del cansancio, todos regresaron sanos de Europa e incluso Aguerd figura en la convocatoria. Otra cosa muy distinta es que vaya a ser titular.

Si ganar al Barcelona siempre es difícil, hacerlo ahora parece aún más. Pero la Real, como en aquella ocasión con Toshack contra el Madrid, siempre se ha caracterizado por ser un equipo imprevisible, tanto para lo malo como para lo bueno. Los dos mejores partidos de la temporada los ha firmado contra el Real Madrid y el Atlético, y eso no es casualidad. Ante los blancos estrelló tres balones en la madera con empate a cero en el marcador y frente al conjunto de Simeone se hizo acreedor a algo más que al punto que rescató con el golazo de Sucic. Da la sensación de que se encuentra más cómoda midiendo sus fuerzas ante rivales potentes que juegan de tú a tú que frente a aquéllos que le preparan emboscadas para asaltarse al contralpe como el Rayo Vallecano, Alavés o Viktoria Pilsen. Lo que pasa es que el Barcelona está un punto por encima de Madrid y Atlético y hoy el desafío es más grande que nunca.

En lo deportivo, la alineación dependerá de cómo hayan recuperado los jugadores. Nombres como los de Brais, Barrenetxea, Aihen o Pacheco –dependiendo del estado de Aguerd– tendrían su oportunidad de salida, porque a estas alturas los roles están bastante claros en el equipo y no parece que Imanol vaya a hacer muchos cambios con respecto al jueves. Eso sí, aún no puede contar con Turrientes y Marín, así como con Zakharyan, que acaba de cumplir los tres meses desde que fue operado del tobillo.