Takefusa Kubo, David Silva no te va a matar
El japonés vuelve a ser un puñal y crea las mejores oportunidades, la mayoría de ellas generadas por el mago
Take Kubo suspiró ayer al superar a Edgar Badía con un buen disparo cruzado. En medio de la celebración, David Silva, que le puso ... en bandeja el 1-0, se le acercó y le susurró algo al oído. «¿Fuera de juego?», preguntó. El japonés lo tenía cristalino. «No, no, gol seguro», sonrió. El VAR, que normalmente tarda una eternidad en tirar las líneas, corroboró el pensamiento de Kubo para que el 'Dale Cavese' volviera a saltar de espaldas más de un mes después.
Tan sincero como siempre, el nipón volvió a dejar una perla delante de los micrófonos. «Menos mal, si no meto el gol David me iba a matar en los vestuarios. En la primera parte me dio dos buenos pases y no pude aprovecharlos. Le tengo que dar las gracias porque le debo mucho». Y no le falta razón a Kubo, que fue el futbolista más vertical, punzante y peligroso de la Real. Algo que ya no es sorpresa en lo que llevamos de 2023. Tuvo que ser en el minuto 48 cuando Kubo derribó la muralla verde del Elche, aunque el asiático pudo celebrar el tanto muchísimo antes. No estuvo preciso en dos acciones que merecieron el tanto.
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Esos locos bajitos
La Real volvió a combinar rápido por dentro gracias a un Silva que se pudo marchar a casa con tres o cuatro asistencias en su partido número 900. El canario arrastró rivales en la primera jugada real de peligro y dejó solo a Kubo, que tras un mal control disparó alto con la izquierda. «Con todas las ocasiones que tengo puedo hacer más goles y asistencias», ha llegado a declarar el '14', que en el minuto 8 reforzó su tesis. Otra preciosa jugada txuri-urdin con los dos mismos protagonistas concluyó de la misma manera; con un disparo de Kubo que ni siquiera hizo sudar a Badía. Esta vez colocó el interior y le pegó de primeras, pero el balón le atropelló, el cuerpo se le fue algo hacia atrás mientras que las leyes de la física hicieron lo suyo. Balón por encima del larguero.
Si como actor principal la pelotita no quería entrar, Kubo se puso el traje de pasador. Como siempre, primero en la presión, interceptó un pase de Badía en una mala salida desde atrás, pero el envío con la derecha no encontró a Sorloth, que ya esperaba en boca de gol. Quizá el centro debió ser por arriba en vez de raso.
Estrada, pensando en el 28M
Kubo también estuvo en la única acción polémica del partido en la clásica jugada que a la Real le hubiesen señalado penalti. Sánchez Martínez no vio pena máxima en una clara patada de Gumbau a Kubo. El centrocampista despejó el cuero, pero acto seguido se llevó por delante la pierna del nipón, que se quedó dolorido en el suelo. Tras revisión de Estrada Fernández en la sala VAR –el colegiado es número cinco en las listas de Esquerra Republicana en Lleida para las próximas municipales– Sánchez Martínez decretó que todos a vestuarios. Kubo no bajó el listón y a la tercera sí que superó a Badía. Seis disparos y solo uno a puerta, pero un gol más a la buchaca.
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