La fragilidad vuelve a condenar al Sanse

Ion Ansotegi realizó tres cambios respecto a la jornada anterior. Las ausencias por el 'virus FIFA' de Ochieng, Mariezkurrena y Carbonell le obligaron a introducir de inicio otras alternativas como Marchal, Gorosabel y Lebarbier.

El ritmo en los primeros minutos fue como acostumbra los partidos del filial txuri-urdin. Ante un Cádiz, con una plantilla que parece más de Primera que de la categoría de plata, el Sanse saltó al terreno de juego con actitud agresiva y una presión muy adelantada. Sin embargo, antes de llegar a los diez minutos, un centro lateral de Climent desde la izquierda sin despeje, hizo que el balón rebotara en Agote y acabara entrando en la portería local.

Al conjunto de Ansotegi no le tembló el pulso. Los txuri-urdin seguían mostrando mucha personalidad sobre el terreno de juego e incluso metían miedo.

Fieles a su estilo de juego, los potrillos amenazaban la portería de Aznar. La insistencia tuvo premio al borde del descanso. En un córner a favor del Cádiz, la Real salió a la contra con un sombrero espectacular de Mikel Rodríguez, que condujo hasta tres cuartos de campo para ceder a Agote, este para Beitia, que al primer toque dejó pasar hacia Astiazaran y culminó una jugada brillante para poner las tablas en el marcador. El fútbol hacía justicia.

Los potrillos salieron de la caseta muy despiertos. A los tres minutos, otra buena presión, fiel a su sello de identidad, provocó que Dadie robara en campo contrario, pasara a Gorosabel y que este filtrara para Carrera, tras un gran desmarque entre centrales, para que el delantero no perdonara.

El Cádiz estaba aturdido y el Sanse olía la sangre. Tanto que Garitano tuvo que hacer tres cambios a los nueve minutos. Pero un balón parado que lanzó magistralmente Mikel Rodríguez, acabó en las piernas de Lebarbier para que este fulminara.

Pasaban los minutos con 3-1 y la sensación era de que no pasaba nada pero poco a poco el Cádiz, con sus cambios, empezó a pisar área. En un córner a favor, en el minuto 77, Tabatadze recibió solo en la frontal para armar la pierna y soltar un zapatazo que entró por la escuadra, y prácticamente en la acción posterior otro acercamiento del georgiano al área acabó en el fondo de la red y puso las tablas.

A partir de ahí poco más. El Sanse tuvo que dar por bueno el empate, ya que parecía que el Cádiz era el que buscaba algo más. Otro empate más en un partido que parecía ganado.