Sanción a un aficionado por insultar a una vigilante en Zubieta: «Eres una segurata de mierda, no eres nadie»

Los hechos tuvieron lugar en Zubieta, durante la segunda parte del partido que enfrentó a la Real Sociedad B y el Lugo. En el minuto 59, la vigilante de seguridad fue insultada por dicha persona al recriminarle que dentro del recinto no se podía fumar diciéndole «cállate puta vigilante de mierda, tú no eres policía, no eres nadie». Una vez personadas las patrullas, la persona denunciada les mostró una lata de cerveza de la marca Heineken de su propiedad, que fue encontrada por el vigilante de seguridad. Se procedió a la requisa y se instruyó el acta sancionatoria.

En el juicio oral, Javier, coordinador de campo de seguridad de la Real Sociedad, declaró, a preguntas de la abogada de la demandante, que recibió una llamada mediante walkie talkie de la compañera de la puerta en la que le puso de manifiesto que estaba recibiendo insultos y un trato vejatorio por parte de unos aficionados al haberles recriminado que tenían que ponerse la mascarillas. El empleado del club escuchó las conversaciones en las que las que se incluía «eres una segurata de mierda, no eres policía, no eres nadie y no tienes que decirme nada». Le aconsejó que no entrase en dicha discusión, que siguiese con su labor y que se reuniera con él en un punto de encuentro. La vigilante de seguridad declaró ante el juez que cuando subía por las escaleras se encontró a dicho individuo, junto a otras personas, bebiendo alcohol, fumando porros –algo que está terminantemente prohibido por la legislación vigente–, siendo localizados por el coordinador de seguridad. Una vez juntos, el coordinador de seguridad le conminó a que se apartase y que él se encargaría del caso.

El empleado de la Real habló con dichas personas y les comentó las consecuencias que conllevaba el trato vejatorio utilizado contra la vigilante, señalándole a la misma que identificase al autor de los insultos, comunicándolo posteriormente a una unidad de la Ertzaintza que acudió al lugar de los hechos.

La jueza concluye en su resolución que «el hecho de que el recurrente no comparta esas decisiones no supone que no quede explicadas y justificadas las razones que motivan la imposición de la sanción».