La derrota ante el Villarreal no fue la mejor forma de llegar a la semifinal, aunque mi experiencia me dice que no tendrá nada que ... ver un partido con otro. Sé que reina un cierto pesimismo en el ambiente, pero invirtiendo aquella famosa frase de Van Gaal, apelaría a ser 'siempre positifo' después de lo que nos ha regalado esta Real en los últimos tiempos. Que no hace tanto estábamos celebrando ser primeros en el grupo de Champions después de no perder ningún partido ante el Inter, ganar los dos al Benfica después de sendas exhibiciones y dar un recital en Salzburgo.
Es verdad que ahora no estamos tan finos como entonces, lo reconozco, pero del que tiene capacidad siempre se puede esperar lo mejor. Seguro que esta noche la Real no concede los dos primeros goles que regaló el viernes al Villarreal y el regreso de titulares como Zubeldia y Merino también se notará positivamente porque son fundamentales en el engranaje del equipo. Dos de esos jugadores que hacen mejores a sus compañeros.
Tengo en la cabeza las cinco semifinales de Copa que jugué con la Real y en ninguna encaramos la vuelta con tantas posibilidades como ahora. En mi primer año el Atlético nos ganó 0-1 en Atotxa y en los dos enfrentamientos contra el Barcelona teníamos que levantar un resultado adverso. La eliminación que más dolió fue ante el Real Madrid en 1982 porque llevábamos ventaja de San Sebastián y Juanito llevó el partido a la prórroga en el 89. Luego caímos a penaltis.
Tampoco lo tuvimos fácil en 1987, cuando ganamos la Copa en Zaragoza, porque salimos de Atotxa con un empate (0-0) que parecía poco. Acabamos con nueve y el Athletic no se atrevió a ir a ganarnos. Al final pasamos con un gol de Bakero en San Mamés.
Confieso que cuando salió la bola del Mallorca en el sorteo no me gustó. A dos partidos, hubiese preferido al Atlético o al Athletic. Todos nos daban en la final y nunca nos ha ido bien el cartel de favorito. El Mallorca de Aguirre defiende muy fuerte, es un equipo muy compacto que va bien en el juego aéreo y que tiene exactamente las mismas posibilidades que nosotros de entrar en la final. Y llega reforzado con ese gol de Nastasic en Vitoria. Así que habrá que sudar sangre, confiar en el apoyo de la afición y demostrar en el campo que somos mejores.
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