La Real Sociedad negocia la renovación de Jon Guridi

Su carrera se vio amenazada por la grave lesión de cartílago que sufrió en una de sus rodillas hace tres años, cuando había debutado en Primera con Eusebio. Una vez superada, su trayectoria ha sido claramente ascendente, siendo la pasada temporada uno de los mejores jugadores de Segunda en el Mirandés y regresando con fuerza a la Real este curso. Sus mejores años están por llegar, motivo por el cual el club ya trabaja en su renovación. Apenas se han iniciado las conversaciones, pero la intención es ampliarle su contrato hasta 2024, tal y como se ha hecho en el último medio año con Le Normand, Gorosabel y Aritz, por ejemplo.

Guridi ha participado en nueve encuentros esta temporada, y eso que una lesión muscular le tuvo parado en diciembre, y en cinco lo ha hecho como titular: en Balaídos (1-4), ante el Huesca en Anoeta (4-1), en San Mamés (0-1), el Pizjuán (3-2) y en la Supercopa (1-1). También jugó la segunda parte frente al Granada (2-0) en casa. Minutos sueltos disputó en Anoeta ante Nápoles y Osasuna, y en el triunfo en Cádiz. En total, lleva 433 minutos.

En este tiempo se ha revelado como un jugador polivalente, que lo mismo ha actuado en la segunda altura del centro del campo, dando descanso a Merino como interior, que en la tercera como enganche para pisar área y llegar al remate. Se le ve más cómodo jugando de cara en zonas retrasadas, como en la situación en la que abre a Oyarzabal el miércoles en Córdoba en la jugada del gol realista. Pero más arriba también se va acostumbrando a manejarse de espaldas, una ubicación en la que jugó alguna vez en el Sanse. Hasta el momento ha provocado dos penaltis, ante el Huesca y Granada.

Esa versatilidad, unida a un tremendo potencial físico, una buena visión de juego y calidad en el pase, le han convertido en una pieza importante y en titular en este mes de enero.

Debutó con la Real en Primera el 18 de marzo de 2017 en la visita a Mendizorrotza. Fue Eusebio el que le dio la oportunidad aprovechando que Illarramendi y Zurutuza estaban lesionados. Fue titular, dejando en el banquillo a Canales, y jugó 75 minutos. La semana siguiente comenzó su calvario. Notó unas molestias en la rodilla en un entrenamiento y al someterse a las pruebas médicas le detectaron una compleja lesión de cartílago: una osteocondritis disecante en el cóndilo interno que le obligó a pasar por el quirófano. El mismo día en el que fue operado la Real anunció su renovación hasta 2022.

El curso 17/18 se lo pasó prácticamente en blanco, salvo 49 minutos repartidos en cinco encuentros. Aunque la operación salió bien, las molestias le acompañaron durante más de un año, lo que le impidió entrenarse en condiciones. La campaña 18/19, la que empezó Garitano, el club le mantuvo con el primer equipo pero le hizo dorsal del Sanse para que su regreso fuera progresivo. Problemas musculares le mantuvieron inactivo hasta noviembre. De ahí a enero fue titular en seis partidos y marcó dos goles, y en el mercado de invierno fue cedido al Mirandés, que peleaba por subir a Segunda.

Tras el ascenso, desde Miranda no tardaron en pedir la prolongación de su cesión, algo que se vio favorecido por la llegada de Iraola al banquillo, quien apostó personalmente por él. Se fue hasta los 41 partidos, 36 en Liga y 5 en Copa, en los que marcó tres goles y dio cuatro asistencias.

Fue uno de los tres mejores centrocampistas de la liga y la semifinal de Copa terminó por consagrarle. Dos años después estaba listo para regresar a la Real y triunfar en el equipo de su vida. Ahora falta adecuar su situación contractual a la deportiva para que ese deseo sea una realidad.