Hamari Traoré
Su recuperación va muy rápida y en un mes podría unirse al grupo

Al mes y medio de ser operado ya se le vio tocando el balón en Zubieta y a los cuatro meses de la lesión ya trabaja duro en el campo

Miguel González

San Sebastián

Martes, 7 de enero 2025, 01:00

Al margen de su situación contractual, en lo deportivo Traoré sigue trabajando duro en Zubieta para recuperarse de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha que sufrió en el partido de Getafe el pasado 1 de septiembre. Un golpe duro para ... la plantilla y para una Real que en los últimos once años había visto como anteriormente habían sufrido la misma lesión Granero, Canales, Carlos Martínez, Merquelanz, Carlos Fernández, Oyarzabal, Sadiq, Silva y Aihen. Una relación demasiado amplia y dolorosa para tratarse solo de una década.

Sin tiempo que perder, el lateral se puso manos a la obra desde el primer momento para recuperarse plenamente. La experiencia y el apoyo de compañeros como Oyarzabal, Sadiq y Aihen que habían vivido hace no tanto la misma experiencia, le indicó el camino a seguir.

Apenas cuatro días después de caer lesionado fue intervenido en Barcelona por los doctores Ramón Cugat y Eduard Alentorn, una operación que fue un éxito y en la que no se descubrieron lesiones asociadas más allá de la del cruzado. Algo que le está permitiendo tener una buena recuperación y estar a los cuatro meses trabajando sobre el campo con los readaptadores a muy bien ritmo.

Las gafas estroboscópicas

La primera señal de que las cosas iban bien llegó el 23 de octubre, cuando apenas mes y medio después de ser intervenido, se calzó las botas y se le vio golpeando el balón en el José Luis Orbegozo de Zubieta. Ese día se le vio con unas gafas oscuras estroboscópicas de las que emplean los porteros para mejorar el tiempo de reacción, ya que ofrecen un peor campo de visión. Este tipo de gafas están diseñadas para mejorar el movimiento, el equilibrio y el tiempo de reacción al eliminar la información visual para que el individuo pueda procesar los estímulos visuales más rápidamente. Las lentes parpadean a distinta velocidad según se regule y el futbolista deja de ver en periodos cortos de tiempo. Trabajan sobre la calidad de las conexiones entre el sistema visual, la interpretación cerebral y los movimientos del cuerpo. Una tecnología que aporta beneficios en la recuperación de afecciones ligamentosas, como el caso de la lesión de Traoré. Con esta herramienta de entrenamiento sensorial se logra mejorar el sistema nervioso, afectado por la lesión, y también permite prevenir futuras lesiones.

El caso es que entre los recursos humanos y técnicos de Zubieta, su voluntad y su genética, Traoré está quemando etapas a toda velocidad. El pasado jueves se le vio trabajando duro en el Z2 en la jornada de puertas abiertas que decidió la Real y luego se dio un baño de masas firmando autógrafos a los más pequeños cuando se acercó al campo principal de las instalaciones en su camino hacia los vestuarios.

Lógicamente aún es pronto para establecer un plazo para su vuelta, pero la sonrisa que exhibió el otro día en Zubieta revela que las cosas marchan muy bien. De seguir por ese camino es probable que dentro de un mes pueda incorporarse puntualmente al grupo para ir adquiriendo ritmo de entrenamiento junto al resto de sus compañeros. Suele ser la etapa más delicada porque la musculatura suele resentirse al forzar después de tanto tiempo de inactividad.

Una buena referencia para calcular su vuelta a la competición podría ser la de Aihen, que regresó a los 7 meses y 10 días de lesionarse en Balaídos. Aunque cada caso es diferente, todo apunta a que volverá a la competición esta misma temporada.