Igor Zubeldia, una reconversión modélica a central sin perder su finura de centrocampista
Igor Zubeldia se ha transformado en un defensa que sale a buscar los duelos, es ganador y logra ventajas para sus compañeros
Zubeldia nació centrocampista y se ha convertido en un central moderno, con visión de juego, toque y despliegue. Conserva su gusto por el balón, aprendido ... en tantos años dibujando pases en Zubieta, pero el gran éxito de su consagración en el eje de la defensa se debe a que a esas virtudes que traía de casa les ha incorporado las exigencias del oficio con una sencillez abrumadora.
Con su porte de futbolista fino, el azkoitiarra es un central sin miramientos. Sin que se sepa muy bien cómo, de repente identificó el viejo arte de cortar y de pegar cuando hace falta, sin que ello le cargue de tarjetas. Sale a territorios lejanísimos para medirse en duelos, donde se ve ganador. Casi siempre se impone, y cuando no, tiene ojo clínico con las faltas tácticas.Cada balón que corta es un tesoro, no tanto por el peligro que evita sino porque sabe qué hacer con él y su primer pase pone en ventaja a su equipo, por regla general. Zubeldia da tiempo y espacio a sus compañeros, bienes escasos en la alta competición.
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Sin centímetros de sobra, se maneja en el juego aéreo. Su ascendencia sobre Le Normand es absoluta. El francés es otro con el azkoitiarra al lado. Son figuras complementarias. Que el bretón sea internacional con España y Zubeldia se entrene en Zubieta es una de esas ironías que tiene la historia. Zubeldia sonríe y la Real se frota las manos porque su pieza más valiosa de la defensa no se arriesga en un mal cruce.
A sus 26 años, atraviesa un momento de madurez deportiva y personal. En lo futbolístico, entra en la mejor edad. Recientemente renovado con un contrato acorde a su peso en el equipo, lideró la defensa del primer título en 33 años y es pieza clave en los enormes retos que el club se marca para el futuro inmediato.
Orgulloso de la camiseta, en una Real en una dinámica triunfante que le impulsa a fichar talento externo, Zubeldia es uno de los encargados de mantener el alto la bandera de Zubieta, junto a Martin Zubimendi y Mikel Oyarzabal, a la espera de que Ander Barrenetxea pueda incorporarse a ese primer vagón. Además de ganar, conservar la personalidad del club es un reto de altura para la actual generación de jugadores y directivos, presionada por el éxito.
Zubeldia transmite calma. Huye de los fuegos artificiales y prefiere la elegancia. Con más de doscientos partidos con la camiseta de la Real, lo mejor del azkoitiarra es lo que está por venir.
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