Rupérez sigue llamando a la puerta

La Real no pudo aguantar el resultado ante el Stade Rennais en otro exigente partido de pretemporada en el que fue mucho más durante los veinte primeros minutos del segundo tiempo, pero cierto es que en la primera mitad no fue capaz de desarbolar la defensa del Rennes (1-1). Rupérez con un gran remate de primeras a centro de Oyarzabal adelantó a la Real, pero Meite a cinco minutos del final puso la igualada con un poderoso remate de cabeza. Sergio desde el campo vuelve a mandar mensajes a futbolistas con los que no cuenta mientras que Bretos esta vez siguió el choque solo sin Aperribay, que no estuvo en Zubieta.

La diferencia del primer tiempo ante Osasuna al de ayer ante el Stade Rennais fue abismal. El tiempo de cocción de los dos equipos rivales fue evidente y eso que los franceses también estrenan técnico. En la Real se volvieron a quedar fuera por decisión técnica Odriozola y Becker, mientras que Óskarsson fue baja por gestión de cargas. Javi López, Traoré y Carlos calentaron y no jugaron otra vez mientras que Sadiq y Zakharyan continúan recuperándose de sus procesos víricos. Ambos siguieron juntos el partido desde uno de los palcos de Zubieta, mientras que Odriozola, Zakharyan y Becker no se dejaron ver tan fácil. Al menos no estaban junto al resto de compañeros no convocados en la zona habitual para estos jugadores.

SLas noticias positivas volvieron a venir desde Zubieta. Gorka Carrera, que salió antes que Carlos por la baja de Óskarsson, se estrenó con el primer equipo tras una buena segunda mitad de año con la Real C y Sanse. Mejor ver a canteranos que a jugadores que no van a estar aquí el 1 de septiembre. Las buenas sensaciones las volvió a dejar Rupérez, que tanto en la gira de Japón como ante Osasuna y Rennes se está ganando, al menos, estar cerca de poder entrar en los planes de Sergio Francisco. Ojo con él.

El irundarra apostó otra vez por el 1-4-4-2 en rombo que veremos mucho esta temporada aunque es un sistema que necesita mucho trabajo para que los engranajes hagan funcionar al equipo. Turrientes y Sucic fueron los interiores y Goti el mediapunta, pero la circulación por dentro no fue la adecuada. La presión, del mismo modo, no es la misma y a la Real le costó ajustar muchísimo en defensa el continuo movimiento de baile de los franceses, muy físicos en todas las líneas. Los txuri-urdin se marcharon al descanso sin rematar entre los tres palos y tan solo Sucic demostró esta vez tener un punto más que el resto. Tampoco es que Remiro sufriera en exceso. Más bien todo lo contrario. Tan solo tuvo que intervenir una vez para repeler un disparo con la zurda de Fofana y estar atento a un par de centros laterales. La primera parte fue muy táctica.

Al igual que ante Osasuna, Sergio dio una hora de juego a un equipo y treinta minutos a otro, aunque se vislumbra que el que jugó después será el titular en Mestalla salvo algún que otro retoque. A la hora de partido saltaron Marrero; Aramburu, Martín, Zubeldia, Aihen; Gorrotxategi, Marín, Brais; Kubo, Barrenetxea y Karrikaburu. Salvo Remiro y Oyarzabal u Óskarsson, estos apuntan a salir de inicio ante el Valencia. Sucic amenaza también a Marín. El resto, parecen intocables.

La Real saltó mejor tras el descanso, ajustó la presión y tras un buen giro de Urko que encontró a Gómez, Oyarzabal esta vez sí que pudo atacar el espacio. El catalán lanzó al capitán, que tras un sutil toque se quedó en una posición franca para poner un centro medido a Rupérez, que también vuela con el primer equipo. El de Antsoain remató de primeras con el interior para superar a Samba con un disparo cruzado. Perfecto una vez más el canterano, que es mucho más poderoso y peligroso apareciendo y no estando. El rombo le viene de perlas, tiene capacidad para filtrar pases y sigue tocando la puerta del primer equipo. Con Odriozola no se cuenta y veremos si su gran pretemporada influye en la decisión de Traoré, otra vez sin minutos.

La Real mejoró mucho en ese tramo de partido, sobre todo con balón, y si en la primera parte apenas hubo ocasiones en esos primeros veinte minutos del segundo acto sí que pudo incluso ampliar la ventaja. Nada más marcar el 1-0 Goti tuvo el segundo, pero su disparo cruzado lo sacó de manera magistral Samba con el pie izquierdo. El robo alto fue de Oyarzabal, bastante más activo que ante Osasuna. El Rennes bajó el pistón y demostró que de momento es un equipo mucho más físico que de calidad individual. 

Los de Sergio hicieron una bonita triangulación con varios protagonistas. Karrikaburu lanzó a Brais, que se quedó en posición de remate con la zurda, pero en vez de armar la pierna y disparar trató de jugar de tacón con Marín. No encontró ningún compañero. No le terminó de gustar esa acción a Sergio, que siguió la jugada desde el banquillo como diciendo «hay que terminar». Barrenetxea con una falta directa al lado del portero a falta de veinte minutos fue lo último de verdadero peligro que hizo la Real, que empeoró con la salida del equipo más titular y el 1-4-3-3 de siempre. El Rennes movió algo el banquillo y de hecho dos de sus suplentes empataron el choque en una jugada aislada.

Nagida ganó la línea de fondo desde la izquierda para poner un balón medido a la cabeza de Meite, de muchísima envergadura. El francés, de 17 años y 192 centímetros, saltó con potencia para imponerse a Gorrotxategi y Aihen, que poco pudieron hacer en la acción defensiva. Tampoco Marrero. Tan solo quedaban cinco minutos para el final. Los dos equipos firmaron el empate en una nueva prueba exigente de pretemporada. A la Real le quedan dos test, y ambos ante el Bournemouth el sábado en Inglaterra. Por la mañana se jugará el primer partido y por la tarde el segundo.