El peligro de creerse superior
Offside ·
La Real Sociedad ha escrito sus grandes gestas cuando tenía todo en contra y ha fallado cuando el viento soplaba a favor, así que cuidado con el MirandésQuedan dos días para la cita más importante en 17 años. Se dice pronto. Es verdad que hace 32 que no jugamos una final, pero ... no es menos cierto que aquel partido de Balaídos en 2003 con la Liga en juego se asemejó bastante. En cualquier caso, después de la histórica noche vivida en el Bernabéu, ahora queda lo más difícil: rematar la faena con la conquista de la Copa. Tres partidos nos separan de ello.
Después del glorioso partido en Chamartín, me acerqué el viernes a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para seguir en directo el sorteo. No todos los días la Real está en el bombo de unas semifinales y son cosas que hay que vivirlas. Me sorprendió que éramos el rival a evitar para todos. El Athletic no nos quería ver ni en pintura. El Mirandés apostaba por una eliminatoria contra el cuadro rojiblanco porque pensaba que se adaptaba mejor a su estilo que Real y Granada. Y el conjunto nazarí también rehuía un enfrentamiento contra nosotros. La suerte, al contrario del sorteo de cuartos, esta vez fue favorable y nos correspondió el rival de Segunda. El que todos los realzales nos pedíamos.
Pero el primer mensaje de Aperribay en Las Rozas fue claro: «Como vayamos de favoritos empezamos mal». Y tiene razón, porque un repaso a la historia nos sirve para comprobar que las gestas de este club siempre se escribieron en las peores circunstancias y, por contra, cuando el viento sopló a favor se vivieron grandes frustraciones.
Aprender de la historia
En 1980, la Real se dejó una Liga contra nueve jugadores en el Pizjuán cuando la tenía ganada. Era la penúltima jornada, no había perdido en todo el campeonato y en 32 jornadas solo había recibido 18 goles. Arconada era casi imbatible. Zamora marcó el 1-1 a falta de 25 minutos y el empate bastaba. Ahí, con todo de cara, llegaron los nervios, la ansiedad y el vértigo del que se siente campeón. Bertoni hizo el 2-1 en el minuto 83 y el Real Madrid ganó la Liga. Las lágrimas inundaron San Sebastián y Gipuzkoa entera, que creían que una ocasión así no volvería jamás.
Al año siguiente la Real era sexta a falta de ocho jornadas. Tenía por delante al Atlético, Barcelona, Valencia, Real Madrid y Sporting. El cuadro colchonero le llevaba tres partidos de ventaja. Entonces solo cuatro iban a Europa: el campeón a la Copa de Europa y los tres siguientes, a la UEFA. Nadie daba un duro por ella. Pero goleó al Madrid en Atocha (3-1), enlazó cinco victorias y un empate y se presentó de mano en Gijón ante el Sporting, un señor equipo subcampeón de Liga en 1979 y que sería finalista de Copa en 1981 y 1982. Le valía un punto pero en el descuento caía por 2-1. Cuando todo parecía perdido, Zamora hizo historia. De sexto a campeón en mes y medio. Lo nunca visto.
En 1982, cuando conquistó la segunda Liga, también lo tenía en chino. Quedaban cinco jornadas y el Barcelona le llevaba dos partidos y medio de ventaja. Y segundo era el Real Madrid. La Real enlazó tres victorias y un empate en Pamplona, mientras que el cuadro azulgrana solo rascó un punto. Tras ganar al Athletic en Atocha, el segundo título era una realidad. Había perdido el que más mereció, el de 1980, y ganado los dos que tenía perdidos.
Sorteo de entradas
Algo parecido sucedió en las dos finales coperas de 1987 y 1988. En el primer caso venía de realizar una temporada mediocre, lejos de los puestos de cabeza, y en el torneo del KO iba pasando rondas por ajustados 0-1 ante rivales de Tercera como el Basconia de Basauri, el Montijo y el Villarreal. Ya a doble partido superó al Eibar, entonces en Segunda B, y al Mallorca B, plantándose en semifinales contra el Athletic. El 0-0 en Atocha parecía dejarle sin opciones para la vuelta y en Bilbao las agencias de viaje ya vendían desplazamientos a Zaragoza. No contaban con que Bakero, a la salida de un córner peinado por Gorriz, les aguaría la fiesta. En la gran final el Atlético de Jesús Gil era favorito pero, como históricamente ha hecho la Real, desafió la lógica y Arconada levantó la segunda Copa de la historia.
Aquel golpe en la final de 1988
En 1988 el contexto era el contrario, con aquel equipo de Toshack peleándole la Liga al Madrid de la Quinta del Buitre y dando recitales en la Copa. Después de superar al Sporting y al Atlético, le metió cuatro al conjunto blanco en el Bernabéu, como el jueves, y se plantó en la final contra un Barcelona que acabó sexto la Liga y recibió cuatro goles en Atocha. Tanto le respaldaban los pronósticos a la Real que aquella presión terminó por hundirle en la final. Que Bakero, Begiristain y Rekarte estuvieran fichados por el Barça también influyó lo suyo.
La ocasión más reciente para ganar un título fue en 2003, con esa Liga que se escapó en Vigo. Pero en realidad se perdió una jornada antes contra el Valencia en Anoeta, cuando los de Denoueix fueron incapaces de romper el 1-1 jugando contra diez. Todo pintaba de cara pero ahí los nervios apretaron y las ideas se nublaron.
Y ahora aquí estamos, a punto de jugarnos unas semifinales contra un Segunda. La lógica y el fútbol que están desplegando los realistas me invitan a ser optimista pero la historia me hace ser prudente. Nunca es bueno creerse superior, y menos si eres la Real. Ojito.
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