«Martín Merquelanz y Jon Guridi son buenos desde que eran niños»

Mario Capelete juega en el Real Unión y es de la cuadrilla de Martín Merquelanz desde hace unos seis años, «pero conocer, nos conocemos desde pequeños, porque en Irun, desde que eres un crío, ya se sabe qué chavales son buenos. Todos sabíamos que era un chico muy hábil con el balón. Además, en su caso tenía buena fama porque fue a jugar al Antiguoko».

Su calidad no pasó desapercibida en Zubieta. «Entre infantiles y cadetes le fueron llamando a hacer entrenamientos con la Real Sociedad. Yo también iba, y como éramos los dos de Irun empezamos a entablar más relación». Capelete siguió siempre su trayectoria en el Real Unión, salvo los tres años de juvenil en los que jugó en Oviedo, y Martín Merquelanz puso la directa hacia el Sanse. Pero pese a su prometedor futuro, si algo asegura su amigo es que «Martín siempre ha sido muy normal y natural, algo que no es tan habitual moviéndose donde se mueve».

Puede también estar segura la Real Sociedad de que Jon Guridi no va a caer en disputas de egos cuando recale en el vestuario de Zubieta. Su amigo Julen Ansoalde, compañero desde que iban a la ikastola Karmelo Etxegarai de Azpeitia, garantiza que «es un tío de lo más humilde al que si algo no le gusta es dar la nota. Si ha sido protagonista por su buen juego, ha sido muy a su pesar. Siempre ha llevado de manera muy discreta eso de la fama, eso le viene del entorno y de la familia. Aquí en Azpeitia era más popular que los demás y siempre lo ha sabido llevar bien».

Porque también en su caso, cuenta Julen Ansoalde, «se veía venir lo que estamos viendo ahora. A nadie le ha sorprendido que llegue a ser un buen futbolista profesional. Entre los pequeños del pueblo, era el mejor, le pasaban a jugar con los mayores y seguía siendo el mejor. Disfruté con él en el mismo equipo en el Lagun Onak de alevín. Él jugaba de mediapunta y yo era delantero. Creo que fue el año en el que más goles metí. Daba buenas asistencias. Siempre ha sido de dar muchos pases a los demás, de hacer mejores a los demás, tanto en el fútbol como a nivel personal. En cuanto pudo, la Real Sociedad se lo llevó. Destacó desde el principio y no le vimos más el pelo».

Incide en el aspecto personal Mario Capelete a la hora de referirse a Martín Merquelanz. «Es un chaval tímido hasta que se suelta, luego ya alegre. Pero sobre todo es alguien en el que puedes confiar. Lo que se dice un buen tío. Él ha estado ahí cuando algunos de la cuadrilla lo hemos pasado mal. Y fíjate lo que le pasó a él, que tras una larga lesión debuta con la Real Sociedad y se rompe otra vez para mucho tiempo. Pues en ningún momento nos transmitió tristeza o pena cuando fuimos a visitarle al hospital tras ser operado, aunque me imagino que lo llevaría por dentro. Fue un ejemplo de cómo afrontar una situación así. A mí al menos me sirvió de ejemplo porque tuve la misma lesión que él después (ligamento cruzado anterior de la rodilla)».

El jugador del Real Unión lamenta que «antes de sufrir la primera lesión -se rompió el cruzado de la pierna izquierda en uno de los últimos partidos de 2017- Martín estaba en un momento muy bueno. Pero es que ahora, después de otra rotura y todo lo que ha tenido que pasar para volver a jugar, está un punto por encima. Se ha merecido lo que le está pasando. Me alegro porque en Miranda ha encontrado la confianza absoluta del entrenador y eso le ha venido genial. Nivel tiene de sobra para demostrar».

Para ese público que ha oído hablar de estos jugadores por su eclosión en la Copa con el Mirandés pero no les ha visto en acción, pedimos a sus colegas la descripción de su perfil futbolístico. Ambos asumen que no serán objetivos y se lanzan. Capelete señala que «Merquelanz es técnicamente muy completo. Tiene una zurda muy buena y un gran golpeo de balón. Pero es que, además, está demostrando que tiene gol. Mucho gol para ser un extremo. Lleva once esta campaña. Es bastante veloz, físicamente tiene potencia, como decimos nosotros, un jugador con tralla. Por citar algún punto débil, igual defensivamente no es tan fuerte».

Julen Ansoalde describe a Jon Guridi como «un jugador muy de equipo, listo, de mucho recorrido en el campo, de los que trabaja mucho. Sabe regatear y encarar bien, pero su estilo es más de jugar para los compañeros. Y luego tiene detalles de calidad de buen futbolista. El que entiende ya sabe. Se le ve».

Martín Merquelanz y Jon Guridi tienen la suerte de jugar en un club geográficamente cercano a su lugar de origen y, por tanto, al lugar donde viven amigos que ensalzan de semejante manera su figura. Sus allegados cuentan que una vez a la semana se permiten ese baño de cariño y amistad, les vaya bien o mal. «Martín suele venir al menos un día a Irun, avisa y quedamos para comer o cenar entre amigos y ponernos al día», dice Mario Capelete. «Jon no pierde la oportunidad para venir a casa y hacemos una cena cada semana o quince días», añade Ansoalde.

Según los confidentes, los dos puntales del Mirandés miran de reojo a la Real Sociedad, pero «viven muy centrados en su equipo actual. Martín se toma con humor lo de poder ser protagonista contra la Real Sociedad en una semifinal de Copa». En cuanto a Jon Guridi, «no es de exteriorizar grandes expectativas, va a lo suyo y disfrutará mientras no se lesione», dice Julen Ansoalde. «Los que tenemos un dilema ahora somos los amigos. Queremos que venga ya a Anoeta pero llevamos dos años siguiendo al Mirandés y ahora no sabemos muy bien con quién ir», añade.