Baile de jugadores para amoldarse a la nueva competición

Aún y todo, de aquí al cierre del mercado el 31 de agosto, serán muchos los nombres que bailen. La Real C que arrancará la temporada el fin de semana del 5 de septiembre podría sufrir modificaciones importantes y a día de hoy es imposible dar una lista definitiva, puesto que ni el propio club tiene todo atado y cerrado. El segundo filial también tendrá rivales distintos puesto que los equipos y las distancias se amplían. Se verá las caras con históricos como el Arenas, Gernika o Sestao, pero también con los navarros Peña Sport o Izarra, el cántabro Laredo o el castellanoleonés Burgos Promesas.

Quien no cambiará será el entrenador. El segundo filial estará dirigido de nuevo por Sergio Francisco, que comenzará su quinta temporada liderando a la Real C. El exdelantero de la Real está bien considerado dentro del club y es una de las piezas clave en el proceso formativo de los jugadores, justo un paso antes de saltar al fútbol profesional. Muchos son los jugadores que han rendido a muy buen nivel en Tercera de la mano de Francisco y luego han dado el salto al filial, el Sanse. Es el caso de Jon Karrikaburu, que tras marcar más de 20 goles la pasada temporada con el C se ganó con goles ser el '9' del Sanse.

En el segundo filial de la Real estarán, a priori, jugadores importantes o más veteranos como Unai Marrero (19) en portería, Jokin Gabilondo (22) en el lateral derecho tras estar cedido en el Arenas, Iñaki Recio en el costado izquierdo (21) tras jugar un año en el Real Unión, Kerman Sukia (19) siendo líder de la defensa, Alberto Dadie pieza importante en la medular (19) o el francés Loic Lespinasse (20) en la punta de ataque. A ellos, se les debería unir algún jugador importante como el central Yago Cantero (21), Jon Gorrotxategi (19), el mediapunta Iker Kortajarena (21) que se hinchó a marcar goles el año pasado o el también atacante Jon Magunazelaia (20). No todos tendrán sitio en el Sanse, por lo que alguno debería recalar en el C, del mismo modo que será habitual ver en el C a jugadores con el dorsal más alto que el 25, futbolistas que intercambiarán la Real C con el juvenil.