Real Sociedad - Almería
Take Kubo resuelve el atascoGracias al golazo del japonés la Real será este miércoles matemáticamente cuarta si el Villarreal no consigue ganar al Cádiz
En el fútbol no hay partido fácil ni enemigo pequeño. Y menos para la Real Sociedad. Ni jugando con uno más durante una hora ... ante un conjunto que pelea por la permanencia consiguió tener un final desahogado, pero es que así es la igualdad que preside el campeonato. En el descuento hasta Remiro tuvo que salir de forma valiente para despejar esa falta lateral de Embarba que llevaba veneno y que amenazaba una victoria que por juego y ocasiones debió ser más amplia, aunque también es verdad que faltó acierto en el último tercio del campo para elegir mejor las soluciones.
Con todo, eso ya es anecdótico cuando este miércoles puede ser equipo de Champions de forma matemática si el Villarreal no gana al Cádiz. Si lo hace aún tendrá dos oportunidades más, ante el Atlético y el Sevilla, porque ahora mismo le lleva ocho puntos y dos empates serían suficientes por mucho que el Villarreal ganase los tres encuentros que le quedan, que también es mucho suponer.
El partido no ha sido brillante, en parte porque el Almería tuvo su cuota de mérito en hacerlo trabado gracias a un buen trabajo defensivo que complicó las cosas a la Real. Pero en pleno atasco apareció Take Kubo para hacer un golazo estratosférico en la última jugada del primer tiempo y situar más cerca el sueño de la Champions. El japonés, con solo 21 años, ha sido la gran revelación de la temporada con diez goles marcados y nueve asistencias. No hay ningún otro sub-21 en la Liga con semejantes números en ataque una vez que Gabri Veiga ha bajado su rendimiento en los últimos meses. Un fichajazo por solo 6 millones que ha sido determinante en los momentos claves de la temporada.
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Primera parte trabada. No hizo la Real un buen primer tiempo con muy pocas aproximaciones a portería. Imanol realizó hasta seis cambios en el once, al dar entrada a Gorosabel, Pacheco, Aihen, Silva, Kubo y Oyarzabal respecto al sábado. Así que problema de piernas no fue. Pero entre que el ambiente en la grada era frío y que el Almería se posicionó bien, la verdad es que costó bastante abrir el melón.
Con el cuadro de Imanol en su habitual 1-4-3-3, el de Rubi se colocó en un 1-4-2-3-1 realizando un retoque a su dibujo, ya que dispuso a dos mediocentros a la misma altura, De la Hoz y Samu, con Portillo de enganche invirtiendo el triángulo que utiliza normalmente. En defensa se situó en 1-4-4-2 con lo que sujetó bien a Merino y Silva con el doble pivote y tapaba el juego interior txuri-urdin desde arriba al lanzar a Portillo junto a Suárez en la presión para cerrar con Puigmal y Lázaro sobre el eje. Este último estuvo a punto de marcar en el primer minuto en un disparo a pie cambiado al palo largo que desvió Remiro.
La Real Sociedad respondió con un centro de Aihen al segundo poste para remate en plancha desviado de Carlos Fernández, pero le costaba llegar con claridad al último tercio del campo. Para colmo de males Silva se lesionó y fue sustituido por Brais en el minuto 19, con lo que la historia se complicaba aún más.
Tan feo lo veía Imanol que a la media hora introdujo una variante en ataque para buscar una solución al atasco ofensivo. Retrasó a Zubimendi para hacer salida de tres, lanzó arriba a los laterales, descolgó a Merino como organizador para separarle del doble pivote rival y dejó a Brais incrustado en él para fijarlo. A su vez metió a Kubo y a Oyarzabal por dentro al contrario de lo que había pasado hasta entonces. Había que mover el árbol.
Roja de Suárez y golazo de Kubo. En el minuto 34 llegó la jugada clave con el plantillazo de Suárez en la tibia de Le Normand que le hizo acreedor a la expulsión una vez que Estrada Fernández avisó desde el VAR a un González Fuertes que, estando encima de la acción, solo apreció amarilla. Es realmente flojo el asturiano.
En inferioridad, el Almería dio un paso más atrás en su repliegue y se posicionó en 1-4-4-1, pero esa cercanía al área propia le condenó porque no es bueno defendiendo tan reculado. Un centro de Gorosabel mal despejado por Ely estuvo a punto de aprovecharlo Carlos Fernández que, que con todo a su favor, la echó arriba. Cuando parecía que se llegaba al descanso con empate una anticipación de Pacheco para abrir a Kubo y una genialidad del japonés con conducción hacia su pierna buena y disparo a la escuadra del palo largo hizo estallar Anoeta y que se bailara el 'Dale Cavese' en la grada.
Sin acierto para hacer otro. En ventaja y con uno más la Real controló el juego con hasta un 72% de balón pero no acertó a marcar el segundo, lo que siempre dejó un resquicio de incertidumbre sobrevolando Anoeta. Brais y Kubo se asociaron por la derecha para generar peligro. Una combinación entre ambos no la pudo resolver el segundo, que remató rozando el poste.
Con Zubimendi sujetando su posición para ganar los balones largos del meta Fernando y Merino mandando para orientar el juego hacia la banda izquierda, la entrada de Barrenetxea dio un mayor protagonismo a esa banda. El donostiarra estrelló un balón en la madera, dejó solo a Sorloth ante Fernando y puso a prueba al meta visitante con un disparo lejano. Pero no entró y al final hubo que esperar a que pitase González Fuertes para celebrar tres puntos de oro en la carrera por la Champions. La Real, con la segunda mejor puntuación del siglo superando al equipo de Montanier y 17 puntos en siete jornadas, no tiene pinta de levantzar el pie del acelerador.
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