La Real se plantea no vender entradas a equipos europeos que vengan con ultras
El club, instituciones de Gipuzkoa y Ertzaintza trabajan de manera conjunta para tratar de impedir la llegada de más hinchas radicales
El Real Sociedad-Anderlecht de Europa League del jueves puede ser un antes y un después dentro de los partidos europeos que jugará el club ... txuri-urdin en Anoeta. Los graves incidentes acontecidos en el estadio, con varios ultras belgas lanzando cristales, botellas y sillas rotas a la grada familiar, ha llevado a la Real y a todos los estamentos que rodean un partido de fútbol en Donostia a tratar de tomar medidas drásticas para que una situación como la sufrida el jueves no vuelva a ocurrir. La Real, con Jokin Aperribay a la cabeza, mantuvo ayer conversaciones con delegados de la UEFA de máximo nivel para poner encima de la mesa la posibilidad de no vender entradas visitantes a aquellos clubes que tengan ultras radicales dentro de su afición y no sean capaces de garantizar que no vayan a realizar acciones delictivas. El club trabaja junto a instituciones guipuzcoanas y la Ertzaintza de manera conjunta para dar el paso. También para esclarecer los hechos sucedidos.
De momento, la decisión no está tomada puesto que todavía quedan pendientes más conversaciones entre UEFA y la Real, que espera que el ente europeo envíe el informe del partido. Este documento realizado por trabajadores de la UEFA detallará con pelos y señales todo lo ocurrido dentro del estadio desde varias horas antes del pitido inicial hasta que ambas aficiones abandonan el estadio. En caso de que finalmente no se vendan entradas visitantes a clubes que tengan radicales dentro de su hinchada sería una decisión excepcional a nivel europeo puesto que fuentes de la UEFA consultadas por este periódico no recuerdan un caso similar en los últimos años. No es algo nuevo en la Real puesto sí que dejó sin enviar entradas al Betis el pasado mes de diciembre después de que un partido anterior aficionados béticos compartieran asiento en Anoeta con radicales del Frente Atlético. En Liga, en todo caso, no es obligatorio enviar localidades a los clubes rivales, algo que sí sucede en partidos de Champions League, Europa League y Conference League.
La Real está a la espera de recibir el documento escrito por la UEFA para esclarecer los hechos
La Real y todos los equipos europeos que albergan partidos de competición continental en su estadio están obligados por la UEFA a vender entradas equivalentes al 5% del aforo total del campo. En este caso, Anoeta posee ahora mismo 39.500 asientos hábiles, por lo que tuvo que enviar 1.975 localidades al club belga para que éste vendiera las butacas entre sus aficionados. El Anderlecht consiguió adjudicar 1.200 y devolvió el resto a la Real. Según el código disciplinario de la UEFA el equipo local está obligado a dar cobijo en el estadio a la hinchada visitante, aunque tras los últimos incidentes provocados durante los últimos años por ultras del Zenit, Benfica, PSG y Anderlecht la Real está dispuesta a dar el paso, incluso sabiendo que si no se llega a un acuerdo podría recibir una multa económica por parte de la UEFA. Tampoco recaudaría dinero con la venta de entradas visitantes.
Cambios el pasado noviembre
Desde que la Real realizó la remodelación de Anoeta la grada visitante está ubicada en el anillo superior, en el córner izquierdo de la grada familiar. Sin embargo, el club se vio obligado a dar un paso más y crear una especie de jaula después de que ultras radicales del Benfica lanzaran bengalas a aficionados ubicados en la grada familiar del estadio. Jokin Aperribay cargó contra los radicales después del partido. Era el mes de noviembre. «Podéis estar seguros de que la Real va a ir penalmente contra los delincuentes que han tirado las bengalas, y tenemos pruebas. Si es por la Real, que vayan a la cárcel. Va a poner todos los medios en cuanto a entrega de imágenes, identificación de personas. Me parece escandaloso», declaró el presidente al término del choque.
Desde Anoeta están obligados a enviar 1.975 localidades, el equivalente al 5% del aforo del estadio
Días después la Real actuó de manera inmediata colocando una jaula, estrenada en el encuentro liguero ante el Sevilla. «Mediante el tendido en diagonal de redes especiales de protección, uniendo la viga de hormigón que soporta la cubierta y el cierre principal de metacrilato, además de los cierres laterales, se han aislado tres sectores completos de la zona destinada a la afición visitante. La red utilizada es negra, de polipropileno, sin nudo y con tratamiento ignífugo, de forma que se pueda conseguir una defensa superior ante el lanzamiento de objetos, minimizando el impacto visual de la medida», indicó el comunicado txuri-urdin. Los hechos sucedidos con los ultras del Anderlecht han demostrado que la protección no es suficiente para que no haya altercados, y lo cierto es que la Real se está encontrando con dificultades para albergar partidos europeos.
Sobre la mesa también está la posibilidad de cambiar de ubicación la zona visitante en Anoeta, algo que verbalizó el propio Aperribay en la misma rueda de prensa posterior al partido ante el Benfica. «O protegemos a nuestra afición del todo o hay que bajarles abajo y no ubicarlos en el anillo superior», apostilló el presidente. El club sigue trabajando en esa posibilidad, aunque es consciente de que supone un cambio radical para una gran cantidad de socios, así como muchas modificaciones drásticas a nivel organizativo. Tampoco se ha tomado una decisión en firme respecto a esta posibilidad.
El club continúa analizando la posibilidad de cambiar la ubicación de las aficiones rivales
Sanciones al Anderlecht
El Anderlecht, que solo se disculpó públicamente mediante su jefe de prensa, espera las sanciones de la UEFA. En lo económico el club belga apunta a ser sancionado con 50.000 euros, mientras que sus aficionados casi con su total seguridad no podrán viajar en los próximos dos partidos según fuentes de la UEFA consultadas.
También existe la posibilidad de que se le cierre su propio estadio en competición continental. El Anderlecht también tendrá que pagar a la Real los desperdicios materiales generados en Anoeta. A este culebrón todavía le quedan varios capítulos.
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