El problema no es el gol, sino la defensa
La opinión de... ·
Montilivi vivió un partido loco y plagado de errores. Como dice Zubimendi, vistoso para el aficionado pero un desastre para los entrenadores. La Real empezó ... presionando arriba y el Girona salió más replegado, aunque pronto se encontró con el primer gol de Sorloth, rematando a placer un balón al espacio. Los locales no anduvieron demasiado finos en defensa en este tramo inicial y el equipo de Imanol lo supo aprovechar.
Un auténtico golazo cambió el panorama antes de la media hora. El Girona había empezado a jugar más en largo para salir de su campo y Riquelme se inventó un caño que le sirvió como gran recurso para superar a su marcador y luego alojó el disparo en la escuadra. Solo queda aplaudir.
Los catalanes se vinieron arriba con el empate y pronto marcaron el 2-1 tras un despeje de la zaga realista. Merino reclama una falta por una posible obstrucción que le impide salir a tapar la jugada, una acción que el VAR revisó pero al final se dio validez al gol.
Dos goles tan seguidos hicieron mella en la Real, que parecía aflojar el ritmo. No tenía la velocidad necesaria por las bandas y ellos estaban bien cerrados por dentro. Pese a las dificultades, siguió buscando el empate y justo antes del descanso lo logró gracias a un control perfecto de Sorloth, que marcaba el segundo de su cuenta particular. Ahí están los números del delantero noruego, que parece entenderse mejor con Kubo jugando con doble punta.
Fue una pena que nada más comenzar el segundo tiempo el Girona marcase el 3-2 en un contraataque mal defendido por parte de la Real. Castellanos recoge un despeje y avanza sin oposición. Eran cuatro contra uno, pero nadie le sale al paso, ni le agarra ni intenta pararle en falta. Recorre medio campo, dispara y Remiro comete un fallo al despejar con el pie.
En general, hubo muchas pérdidas de balón en campo propio. El Girona presionaba con fuerza y la Real llegaba por fuera con Aihen, Kubo, Sola y Brais. El empate a tres nació de una falta directa de este último que Pacheco no alcanza a tocar. Brais lleva ya cinco goles. Ahí están también sus números.
El 3-4 vino tras una buena triangulación del equipo y un control afortunado de Merino que le cae a Zubimendi, que se anticipa al portero. Al verse por debajo en el marcador, el Girona pasa de tres a dos centrales y protagoniza una jugada loca que Remiro acierta a despejar en dos ocasiones.
La Real sale bien al espacio y Sorloth estrella un balón en el palo antes de que Kubo marque el quinto al finalizar bien una acción en la que ya no tenía mucho ángulo.
Se decía que no tenemos gol, pero ahí quedan esos cinco de Montilivi. Esta temporada veo más problemas en defensa, línea en la que el equipo necesita mejorar porque Remiro es uno de los porteros más goleados de la Liga.
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