Recordar a qué sabe el triunfo

La victoria en la final de Copa por 0-1 es el último triunfo realista en los últimos cinco encuentros. Un trago de sabor excelente para los paladares txuri-urdin, pero que en la nueva pelea que tiene por delante el equipo de Imanol solo tiene una reminiscencia moral. El equipo blanquiazul aguanta en la quinta plaza a pesar de no ganar en Liga desde el choque ante el Levante, el pasado 7 de marzo, y busca afianzar hoy ese puesto en un partido complicado y frente a un rival de prestigio.

Nuevamente es desolador echar un vistazo a la enfermería, con muchos jugadores y varios de ellos con peso significativo dentro de la plantilla. Imanol reitera siempre que no hay excusas y el equipo demostró el domingo pasado que puede practicar un buen fútbol y gozar de ocasiones. Como el buen champán, a la Real no se le apagan las burbujas y si arriba tiene a Mikel Oyarzabal, Portu y Alexander Isak, el equipo rival debe tener las orejas tiesas. El cuadro de Imanol tiene potencial para hacer gol, es indudable. Entre los tres delanteros acumulan 30 goles de los 46 que ha metido en Liga, un 65%.

Los más optimistas a la vera del Guadalquivir sueñan con que el equipo de Julen Lopetegui sea capaz de dar la sorpresa y rebasar a los tres grandes o por lo menos pelearles la Liga. El rebujito sevillano, apetecible en estas fechas en la capital hispalense, le puede jugar una mala pasada a la Real. El cuadro sevillista consta de una plantilla de campanillas, ha entrado en octavos de Champions y fue apeado de la final de Copa que se jugó ayer por el Barcelona en la prórroga. Rakitic, Koundé, Ocampos o En-Nesyri, que le hizo un hat-trick a la Real en el Pizjuán, son algunos nombres que hoy tratarán de amargarle la tarde a la Real. Hombre por hombre, los jugadores que Lopetegui tiene a su cargo son de primer nivel.

El juego de la Real y lo que pretende Imanol Alguacil lleva a que los focos apunten a los centrocampistas ofensivos y los delanteros. Sin embargo la gran campaña que están realizando los centrales no tiene que pasar desapercibida con Le Normand, Zubeldia y Aritz, aunque el beasaindarra ha estado en el dique seco mucho tiempo, como exponentes. Poco tiene que ver la retaguardia realista con los icónicos centrales ingleses como por ejemplo Tony Adams, John Terry, Rio Ferdinand o Jamie Carragher. Tipos que con su sola presencia amedretaban al delantero antes de completar un tercer tiempo glorioso abrazados a una pinta. Esa especie de defensor se va quedando anticuada y ahora los zagueros de la Real son jugadores mucho más versátiles. Hoy tendrán, a priori, un día ajetreado con En-Nesyri, Suso, Ocampos o Rakitic enfrente.

Como el buen vino, los recuerdos que traen los partidos ante el Sevila en Anoeta son gratos. Desde el retorno a Primera, la Real solo ha perdido en dos ocasiones y los datos son favorables. Cinco triunfos y tres empates aunque en las dos últimas visitas el resultado ha sido el mismo: 0-0. Se puede decir que el equipo hispalense se le da bien a la Real pero el dato estadístico, como bien saben, pierde todo el sentido en cuanto eche a rodar el balón.

El choque ante el Sevilla es uno de los más complicados que le quedan a la escuadra de Imanol en este tramo final de curso. Junto con el Atlético es el rival mejor posicionado al que hacer frente, con lo que si el resultado es bueno además de los tres puntos, el espaldarazo moral que conlleva derrotar al Sevilla será importante también. El último brindis fue, precisamente en La Cartuja. Ganar esta tarde no significará nada tangible ni comparable por el momento pero bien merecerá la pena hacer un brindis por ello. Además, acabando el partido para las cuatro de la tarde, las combinaciones para el chin-chin son múltiples.