Los paseos entre Zarautz y Getaria que llenaban de vida a Eusebio
El vallisoletano afirma que Donostia y la Real le atraparon para «vivir una de las mejores etapas de mi vida»
Los once meses oscuros con David Moyes en los que la Real llegó a perder su identidad de juego y parte de su idiosincrasia, fueron ... sustituidos por el buen juego de Eusebio. El vallisoletano arribó a Zubieta en noviembre de 2015 y en muy poco tiempo instauró una forma de jugar y entender el juego que todavía perdura. Una gran parte del juego posicional y de toque que instauró en Anoeta se puede ver en la Real de Imanol, que, en cambio, además de bordar el plan A y maravillar cada domingo a sus aficionados también tiene en su libreta otras alternativas que Eusebio no pudo encontrar.
En el banquillo actual de la Real, precisamente, se encuentra un gran amigo de Eusebio. «Imanol es maravilloso como persona, pero Mikel Labaka también lo borda, es una bellísima persona y todavía nos seguimos mandando mensajes», dice Sacristán sobre el que fuera miembro del staff técnico de aquella Real. Labaka actuaba como tercer entrenador y mantenía una estrecha relación con Eusebio. De hecho, en la derrota sufrida el pasado octubre en el José Zorrilla por 1-0, pudo saludar a Imanol, Labaka y parte de la expedición realista. «Fueron muy cariñosos con nosotros», desvela Tere, hermana de Eusebio.
Urgull, Ulia o La Concha
Serrada, otro pueblo que ahora mismo también se siente txuri-urdin, está a tan solo seis kilómetros de La Seca, localidad natal de Eusebio. Sus viñedos y llanuras son un buen sitio para perderse y dar paseos, aunque el extécnico, al que le tira mucho su tierra, no puede pasar por alto la que fuera su casa durante tres años. «¿Dónde están los mejores restaurantes con estrellas Michelín? En Gipuzkoa. ¿Dónde están las mejores playas? En Gipuzkoa. ¿Dónde están las mejores gentes? En Gipuzkoa», enumeró entre bromas Eusebio en conversación con DV.
El vallisoletano tiene grabado en su mente los atardeceres en la costa guipuzcoana. «La de paseos que me he pegado yo entre Zarautz y Getaria. Ver y oler el mar, que el sol te pegue en la cara, la brisa, todo el verde... Creo que no hay nada parecido. Pero es que eso pasa en cualquier rincón de Gipuzkoa. ¿Qué me decís de La Concha, o de Ulia, o de Igeldo? Cómo lo echo de menos», salivaba Sacristán durante parte de la conversación.
La Real de Eusebio también alcanzó la Europa League, si bien cuando los rivales encontraron la forma de hacerle daño no tuvo herramientas para darle continuidad al juego.
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