Mikel Merino, el pamplonés incombustible
Nueva demostración de clase, talento y sacrificio en el centro del campo del navarro, que tuvo el gol en sus botas en un par de ocasiones
Fundido. Doblado. Extasiado. Así acabó el partido Mikel Merino. Por mucho que el pamplonés desayune pilas Duracell. Su imagen, una vez que Del ... Cerro Grande decretó el final del encuentro, reflejaba el esfuerzo. Agachado, con las manos estirando el pantalón y recuperando el resuello. Más parecía un pívot cuando espera a que se lancen los tiros libres en esa posición esperando el rebote.
Merino es incombustible. Un buen mozo, que dirían en su tierra. Excepto en el primer partido postconfinamiento, donde fue sustituido ante Osasuna a falta de siete minutos para terminar el derbi, ha jugado todos los minutos. Ocho partidos completos, desde el 21 de junio hasta el día de ayer. En un puesto clave para Imanol como es el de volante. Está siendo su año de eclosión en LaLiga y la Real tiene que frotarse las manos porque lo está aprovechando al máximo.
Merino forma parte del clan de los zurdos junto con Odegaard y Oyarzabal. Otro incombustible el eibartarra, que lo juega todo. El navarro tuvo enfrente a un centro del campo espartano, como es el del Sevilla. Gudelj, Joan Jordán y el 'Mudo' Vázquez, en la zona de creación y con los cinco sentidos puestos en robar. Sin embargo, el '8' txuri-urdin volvió a salir airoso de la suerte.
Desde la reanudación de Liga ha jugado los ocho últimos partidos completos sin descanso
INAGOTABLE
En el minuto 41 tuvo una volea que pudo abrir el marcador y en el 76 su disparo salió centrado
OCASIONES
Como siempre fue una referencia en el juego aéreo, aunque ayer el balón raseó más de la cuenta. Normal, se enfrentaban dos de los mejores equipos de la competición. Merino trató de asistir en un par de ocasiones a Oyarzabal, con envíos rasos, pero el capitán no pudo alcanzarlos. Los guipuzcoanos se quedaron a un gol de ser ayer matemáticamente equipo de Europa League y el pamplonés lo tuvo en sus botas. dos veces, y otra en su cabeza.
La primera oportunidad
Corría el minuto 41 de partido. Un despeje de la zaga sevillista lo cazó Merino con el pecho a unos cuarenta metros de la portería. No había nadie a su alrededor y como el balón botó alto, se lo pudo acomodar nuevamente con el pecho. En ese momento armó su pierna izquierda y conectó un voleón con su pierna buena que iba perfectamente dirigido hacia portería. Lástima que no se escorara y que el cuero fue centrado. Gracias a ello Bono pudo sacar la manopla para desviarlo al córner. Fue un 'uyy' en toda regla.
Cinco minutos después de la reanudación realizó un centro-chut que atajó el portero sevillista. En plena oleada de ataque txuri-urdin –tras las ocasiones de Portu y Willian José– Merino cazó tras un córner un balón dentro del área que remató a la media vuelta y nuevamente volvió a salirle centrado. Bono lo detuvo sin aparente dificultad aunque fue una buena ocasión. La volvió a tener con un remate de cabeza, tras otro córner en e l minuto 81, que no pudo dirigirlo a puerta.
Merino, habitual de los Sanfermines, se ha quedado este año sin poder disfrutarlos. Ojalá sea por una buena causa. Puede que la selección le espere, aunque lo más importante es que viaje a Europa con la Real. Ya conoce Dortmund y Newcastle. Que no es poco.
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