A milímetros de Europa

La Real no pudo certificar ayer su clasificación para Europa. Se quedó a solo un gol. Lo tuvo no menos de cinco veces, pero no acertó a marcar y ganar un partido que mereció llevarse por ambición y ocasiones. Es verdad que lo pudo perder también, porque Moyà salvó el empate en el descuento, pero los de Imanol, en otra actuación llena de compromiso, se quedaron a milímetros de su gran objetivo. Los milímetros que hicieron que el remate de Portu se fuera al larguero en vez de a la red, o los que provocaron que el remate de Willian impactara en Bono en vez de colarse a gol. O los que le faltaron en la primera mitad al gran tiro de Merino para colarse en la portería.

Estuvo cerca, muy cerca, pero ojo. Sigue estando muy cerca. De momento la Real es sexta y tiene ventaja. Un punto sobre el séptimo, el Getafe, y dos sobre Granada y Valencia. A todos nos hubiera gustado ganar ayer, desde luego, pero hay que calibrar bien el rival que había enfrente, un equipo que fue metiendo en el campo toda su artillería pesada en la segunda mitad y que no ha perdido un solo partido desde el mes de enero. Sé, cuando estás a solo un gol de la meta soñada, que dan ganas de irse adelante con todo en los minutos finales, pero creo sinceramente que Imanol maniobró con cabeza. De hecho, insisto en que sus chavales merecían llevarse la victoria, pero al final había que medir muy bien la situación y valorar el punto,

Ahora le queda a la Real la visita al Wanda frente a otro conjunto que lejos de regalar nada lucha por todos los balones como si le fuera la vida en ello. Será otra durísima batalla, pero con el empuje que están demostrando los nuestros, la Real puede certificar su pasaporte europeo en Madrid. Y lo digo porque lo creo y porque pienso sinceramente que se lo merece.

Además, es la que de momento tiene ventaja sobre los tres equipos que siguen con opciones. Dos juegan fuera. El Getafe en el campo del Levante y el Valencia en Sevilla. El otro, el Granada, recibe en su campo al Athletic, que ya ha perdido sus opciones continentales. Yo lo veo muy posible y los nuestros tienen motivos para sentir que lo que han merecido sobre el terreno de juego, no se les puede escapar en esos 90 minutos que restan. Tendrán que hacer bien su trabajo, eso es evidente, y no esperar nada de otros campos, aunque ya verán cómo los tres rivales por Europa no ganan.

Repito que cuando has estado –estás– a milímetros de Europa, da rabia no haber hecho un gol al Sevilla, pero siempre hemos dicho que cuando no puedes ganar, por lo menos empata. Y eso hizo la Real. Yo espero celebrar el domingo su pase europeo. Porque se lo merece. Y porque tanto esfuerzo ante tantas adversidades, debe dar el premio correspondiente.

Con todo lo que había en juego, fue imposible que Zurutuza, don David, se despidiera en el terreno del Reale Arena. El pelirrojo es el último hombre que nos queda de aquella imborrable generación que hace diez años logró el ascenso. Jugador honrado donde los haya, con una clase exquisita y tácticamente de los mejores, su labor seguramente no fue nunca reconocida como se merecía, pero yo siempre quiero para mi equipo a futbolistas como él. Su adiós merece un esfuerzo extra, si cabe, de sus compañeros, para brindarle la merecida despedida. ¡Grande Zuru!