Con nueve contra once esperaba más
LA OPINIÓN DE AMETS AGUAYO ·
Es cierto que a esta Real de Imanol no se le puede pedir más a nivel numérico, ahí están los resultados. 26 puntos, duerme en ... posiciones de Champions y pasa como primera de grupo en la Europa League. Bien. Del mismo modo, llevaba desde 2016 sin ganar en un Pizjuán que independientemente de cómo esté el Sevilla, es un estadio temido. Bien también. Pero jugando once contra nueve durante más de una hora y contra un equipo hispalense en horas bajas esperaba mucho más de una Real que debió conseguir los tres puntos mucho antes y no terminar pidiendo la hora.
Poniendo por delante que no hay nadie mejor que Imanol para saber cómo están sus jugadores y sus cargas, yo no hubiese colocado tres centrales en el descanso. Hubiese ido a por el partido para cerrarlo cuando antes con el tercer gol. Prefirió el oriotarra dormir el encuentro al ver que los de Sampaoli se cerraban defensivamente en una especie de 1-5-3 y muy juntitos para aprovechar las dos únicas maneras que le quedaban para hacer daño; el contragolpe y alguna acción aislada a balón parado. Con contraataques no, pero sí que es cierto, y ahí hay que dar un toque de atención al equipo, que el Sevilla con ocho jugadores de campo no te puede rematar como lo hizo En-Nesyri completamente solo cuando tienes a Zubeldia-Le Normand-Pacheco defendiendo el área.
Creo que Imanol tampoco estuvo fino a la hora de hacer los cambios. Illarramendi, y sobre todo Turrientes, hubiesen dado una marcha más al equipo. Algo que no hicieron ni Pablo Marín, ni Navarro, que además desaprovecharon sendas ocasiones para culminar la batalla de Nervión. El catalán, escorado en banda derecha, tuvo dos disparos francos que terminaron siendo dos tiritos. Bastante más clara fue la del riojano o la de Silva, ambas paradas formidablemente por Bono. En ese tramo del partido en el que había que incrementar el ritmo, nos encontramos una Real sin ideas, poco vertical y sin apenas desborde.
Sea como fuese la victoria, insisto en mi tesis inicial. No se le puede pedir más a una Real que está completando una temporada sobresaliente. ¿Lo mejor? Que tras superar la eliminatoria –esperemos– copera del domingo hay más de un mes y medio para descansar el cuerpo y resetear la mente. O lo que es lo mismo, recuperar lesionados y sobre todo, a una de tus banderas como es Mikel Oyarzabal. Con él en el campo, ayer no se hubiera relajado nadie.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión