Mikel Merino, un rojillo más animando a Osasuna en la final
El txuri-urdin está disfrutando del fin de semana en Sevilla junto a su familia y amigos antes de la cita ante el Real Madrid
Mikel Merino está aprovechando el fin de semana libre que ha concedido Imanol Alguaicl a los suyos para disfrutar de la final de Copa ... entre el Real Madrid y Osasuna. El realista, rojillo confeso y exjugador de Osasuna, se ha desplazado hasta la capital hispalense desde el viernes antes de regresar el lunes a los entrenamientos con su equipo. El navarro, que por respeto no se ha infundado la camiseta de Osasuna, será un aficionado más dentro de La Cartuja.
Merino fue un integrante de ese Osasuna que estuvo a un paso de Segunda B y con serio peligro de desaparición. Siete años después de aquel empate ante el Sabadell, Osasuna vuelve a disputar una final de Copa como en 2005. En aquel entonces Merino solo tenía nueve años, pero con una familia tan rojilla seguro que vivió con pena la derrota en el Vicente Calderón.
Esta vez, con 26 años y como un jugador consagrado en la élite, el pamplonés está disfrutando de la final junto a su familia y cuadrilla, también presente en Pamplona. Su padre, Miguel Merino, fue otro histórico jugador de Osasuna y acude regularmente a El Sadar junto a su mujer Maite y sus dos hijos. Ahora, sueñan con la machada ante el Real Madrid.
Así las cosas, el realista vuelve a La Cartuja dos años después de conseguir el título de Copa con la Real. Indispensable en la Real y autor del pase hacia la eternidad a Portu que terminó con penalti de Iñigo al murciano, ahora no sufrirá en sobre el verde del estadio, sino desde la grada como un osasunista más.
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