Show me the money
Si el Atlético quiere a Le Normand tendrá que rascarse el bolsillo y ofrecer lo que vale
Aún faltan cinco días para entrar en verano y ya cunde el pesimismo en el entorno txuri-urdin. Que si Le Normand está hecho por ... el Atlético, que si Merino no renueva y se va, que a Zubimendi le quedan dos telediarios aquí... Es acabar la Liga y las noticias se suceden con la misma velocidad que saltan distintos nombres a la palestra. Con los que salieron hace un año nos daría para confeccionar cinco plantillas en la Real, aunque a la hora de la verdad no se fue nadie más que el lesionado Silva y los que entraron fueron dos cedidos –Tierney y André Silva–, un Odriozola que regresó a casa, Traoré que llegó con la carta de libertad y Zakharyan, el único fichaje de calado en lo económico por 11 millones. Menos mal que con la llegada de la Eurocopa se espera que baje el suflé porque hasta el 31 de agosto esto se puede hacer muy largo...
La atención en los últimos días se ha centrado en el interés del Atlético de Madrid por Le Normand. El bretón lleva varios años rindiendo a buen nivel y tras su debut como internacional su caché ha subido. Que le quieran en el Metropolitano no debe extrañar a nadie. Así como que la Real esté dispuesta a escuchar ofertas por alguno de sus jugadores. Nunca se ha negado a ello, aunque eso no significa que sea un club vendedor ni quiera desprenderse de él. En los últimos años las llegadas ilustres han superado con creces a las salidas de hombres importantes y la consecuencia ha sido la continuidad en las participaciones en Europa.
Desde 2018 llegaron, entre otros, Merino, Remiro, Monreal, Portu, Odegaard, Isak, Silva, Sorloth, Rafinha, Brais, Kubo y Sadiq, amén de los cinco mencionados el verano pasado, y Galán y Becker en enero. De esta lista colgaron las botas Monreal y Silva y regresaron por donde habían venido los cedidos Odegaard, Sorloth, Rafinha y Galán. Por Portu se recuperó el 33% de la inversión realizada después de tres años de buen rendimiento. A su vez subieron en este tiempo Barrenetxea, Le Normand, Zubimendi, Pacheco y Turrientes. ¿Salidas importantes? Solo una, la de Isak. Y porque el Newcastle se plantó con 70 millones...
La Real tiene la suficiente fortaleza deportiva y económica como para no malvender a nadie
La Real goza de tal fortaleza deportiva que sin el sueco fue capaz de entrar en Champions y sin David Silva ni Sorloth, asistente y máximo goleador de hace dos años, quedar sexto en Liga y ser primero de grupo por delante del Inter en la máxima competición continental. Mejor demostración de la base tan sólida con la que cuenta, imposible.
Cinco años no son nada
Le Normand ha sido el mejor central de estas últimas temporadas y la gente se echa las manos a la cabeza solo de pensar en que no esté. Curiosamente la misma reacción que hace cinco años cuando pocos entendían que la Real abriera la puerta a Navas y Héctor Moreno para hacerle un hueco a un francés desconocido que tampoco había brillado demasiado en el Sanse. «No tenemos defensa», fue la sentencia general, pero con él, un centrocampista reconvertido –Zubeldia–, un portero que llegó con la carta de libertad en la mano –Remiro– y un Zubimendi que tuvo que esperar hasta los 21 años para dar el salto, el conjunto txuri-urdin ha firmado sus mejores números atrás desde el equipo campeón de los ochenta.
Personalmente no me gustaría perderle por la sobriedad que aporta, una agresividad de la que no andamos sobrados y su potencial en el juego aéreo, pero si un club paga lo que vale, unos 35 millones para los portales especializados, la Real no saldría mal parada del todo por mucho que tenga un blindaje de 60 millones. Ingresaría una cantidad importante de dinero para seguir apuntalando el proyecto –no hay más ver cómo andan otros rivales directos como el Sevilla o el Betis para cuadrar las cuentas– y daría pista libre para el despegue de Jon Pacheco, que a sus 23 años está preparado para dar el paso y se trata de un futbolista Top. Sin olvidar al prometedor Jon Martín, que ya ha debutado en Primera con 18 años, y a Zubeldia y Aritz, dos de los realistas más experimentados.
Para ello se tienen que cumplir dos condiciones: que el Atlético ponga el dinero y que el jugador se quiera ir. Que una cosa es que vea con buenos ojos dar un paso adelante en su carrera, como es lógico, y otra que haya dado un ultimátum al club para que le abra la puerta. Hasta el momento la Real ha sido un buen vendedor y nadie le ha tomado el pelo. Además del traspaso de Isak, en esta misma década transfirió a Diego Llorente al Leeds United por 21 millones y no pasó nada. Bueno sí, que ganó la Copa unos meses más tarde en La Cartuja.
La clave del asunto, como en la escena de 'Jerry Maguire' cuando Cuba Gooding Jr. le grita a Tom Cruise, su representante, que le enseñe la pasta para que no le abandone, es que desde Madrid hagan una oferta en consonancia a la categoría del jugador. La Real tiene la suficiente fortaleza deportiva y económica como para no malvender a nadie.
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