Empieza lo bueno. Toshack decía que aquí hasta finales de septiembre estamos pensando más en la playa, las regatas o el Zinemaldi, pero la Real ... juega en Mestalla y los inicios de Liga siempre son especiales. A pesar de la crisis que afecta a los clubes –no hay más que ver los fichajes de este verano para darse cuenta de que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor–, los aficionados sueñan con que los suyos les regalen un buen año.
La Real llega sin cerrar la plantilla, ya que tiene dos semanas para agilizar la operación salida y reforzar el centro del campo, pero todos están más o menos en la misma situación. Eso sí, son fechas de pedir fichajes, da igual quién, porque es difícil resistirte a la sugestión de lo nuevo. Es como cuando de niño pedías a los aitas dinero para comprar algo, entrabas a la tienda de chuches y mirabas a ver para qué te llegaba. No sabías lo que querías, pero sí que ibas a comprar. La Real ha preferido obrar con la cabeza fría y partir de la confianza que le merecen los jugadores que tiene.
El jueves comprobé en la cena de la víspera de la Virgen en la sociedad con la cuadrilla cómo funciona lo de solicitar fichajes. Todos decían, con poderosos argumentos, que se necesitan tres o cuatro pero decidí poner a prueba sus conocimientos sobre la realidad txuri-urdin preguntándoles a ver qué jugador había marcado el último gol de la pretemporada. Para darles pistas les dije que se había marcado en el partido matinal de Bournemouth. Siendo todos socios, las respuestas fueron variadas: Óskarsson –que ni jugó–, Karrikaburu, Oyarzabal... Lo mejor vino cuando uno, que aseguraba tenerlo en la lengua, soltó: 'El 7'. Marcó el '7'. Mi hijo me enseñó el otro día el vídeo del gol... Luego tuvieron que recurrir al móvil para dar con quien llevaba el número. Y estamos hablando de Barrenetxea...
Yo creo que la Real necesita fichar un centrocampista porque hace 14 meses se asentaba en la pareja Zubimendi-Merino y ya no está ninguno. No se trata de traer un sustituto de nadie sino a alguien que complemente las características de los que hay para construir un buen equipo. Para traer por traer, me quedo con lo que tengo.
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