Hay que marcar demasiado pronto
Si Dalian Atkinson inauguró el marcador a los dos minutos en 1991, el navarro tardó este sábado cinco en anotar y dictar las coordenadas del triunfo
Atkinson marcó en el minuto 2 en 1991 y no hubo mucho más que añadir hasta que dos horas después Aldrigde salió del vestuario del ... Camp Nou y dijo: «Dalian les ha pasado por encima, les ha arrollado. ¡Qué actuación!», y se fue con su irónica media sonrisa debajo del bigote. Todo el mérito para Atkinson, aunque él mismo había metido dos de los tres goles de la Real en aquella última victoria en Can Barça hasta la de anoche.
Cuando se marca un gol nada más empezar en un campo como ese, el aficionado con experiencia responde instintivamente: «Demasiado pronto». La superstición no afectó a Mikel Merino, que tardó una eternidad en marcar en comparación con Atkinson aquella noche. Todo el mundo tarda una eternidad si se compara con Atkinson, que todo lo hacía rápido, hasta darse a la fuga. «Se chocó contra un coche de la policía municipal y se escapó. Luego nos tocó a nosotros resolverlo. Pero como futbolista era un fenómeno, un superdotado», contaba Iñaki Alkiza, el presidente que le fichó y al que la Real hizo ayer el mejor homenaje posible. Merino tardó cinco minutos en marcar y zanjar el asunto.
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Su mapa de calor Merino dominó el flanco derecho del juego de la Real, con una importante presencia en campo contrario a lo largo de los 90 minutos.
El navarro dictó las coordenadas de la victoria y se retiró del foco, dedicado a sus labores. Fue más discreto que Atkinson, que aquella tarde destrozó al Barcelona y tiró una pared memorable con Aldridge en el tercer gol. Iba bien de cabeza, tenía dos piernas espectaculares y físicamente era rápido y potente. El entrenador era Expósito y antes de los partidos, cuando ponía a calentar al equipo, el inglés se le acercaba y le decía 'yo korri, korri en partido', y calentaban los otros diez.
Merino también domina el campo con su poderoso físico, pero de una forma totalmente distinta. Es todo poder, pero lo que en el inglés era exuberancia ofensiva, el navarro es autoridad de gobierno. Con esa fuerza se plantó en el área y aprovechó un balón de Sorloth para batir por debajo de las piernas a Ter Stegen.
No es un goleador
No es un goleador (solo le había marcado al Mallorca en la jornada 10) y el remate no fue limpio, como aquel zurdazo exquisito a la escuadra o el sutil toque de Aldridge ante Zubizarreta en el segundo. Merino fue a hacer puerta y el balón entró.
El partido del navarro no alcanzó la altura de obra de arte que tuvo el de Atkinson, pero también queda para la historia. La Real se plantó en el Camp Nou con Zubimendi, Illarramendi y Merino y eso le permitió jugar con cierta comodidad un partido de ida y vuelta, demasiado abierto en ocasiones, que la Real bien pudo cerrar antes. Sorloth se encargó del segundo y de firmar una exhibición. El partido del noruego fue digno de ver.
Por desgracia, Atkinson no pudo disfrutar de esta victoria, fallecido a manos de la policía inglesa en 2016. La Real volvió a marcar demasiado pronto y volvió a ganar. ¡Qué actuación!
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