El madrugón de Oviedo de hace 40 años, la mejor decisión de Toshack
Toshack llegó para mover el árbol y espabilar a un equipo que había ganado la segunda Liga solo tres años antes y se había ... acomodado. En tercera ronda de Copa, el 13 de noviembre de 1985, la Real cayó por 2-1 en el viejo Tartiere ante un Oviedo en Segunda después de un partido desastroso. El galés despertó a los suyos en mitad de la noche, los subió al autobús y los llevó a entrenar directamente a Zubieta. Después de aquello, el conjunto txuri-urdin llegó a la final en las dos siguientes ediciones del torneo, siendo campeeón en Zaragoza en 1987 y subcampeón en 1988 tras caer ante el Barcelona.
En una entrevista concedida a Pedro Soroeta en este periódico en 2020 confesaba que aquella fue su mejor decisión en la Real. «Fue un punto de inflexión en mi trayectoria en la Real. El momento clave aquí. Fue una decisión que tomé sin pensar. Cuando les dije a los jugadores que salíamos a las cuatro de la madrugada me quedé asombrado hasta yo mismo. Luego recuerdo que estaba metido en la cama en aquel hotel de Oviedo y me preguntaba: ¿Qué has hecho, John? En el viaje hacia Zubieta pensé que había firmado mi salida de la Real».
Sin embargo, sucedió todo lo contrario, porque conquistó a la afición con aquel gesto. «Bien hecho míster, me decían en la calle. Hace falta mano dura, aquí hay mucha comodidad». En aquella entrevista recordaba cómo al día siguiente apareció en su casa el directivo Patxi San Sebastián. «Pensé que traía la carta de despido pero apareció con una botella de vino. Ahí me di cuenta de que la Real era un club diferente».
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