Tres meses para Illarramendi

El de Mutriku se lesionó de gravedad el 30 de agosto en el derbi vasco. Fue al sufrir un resbalón cuando disputaba una pelota con el donostiarra Unai López. Sus gestos de dolor revelaron desde el primer momento que se trataba de un percance de importancia. Por mucho que el primer parte médico que facilitó el club hablaba de «un fuerte esguince de tobillo». Pero en cuanto se le realizaron las pruebas médicas los peores augurios se cumplieron: «fractura a nivel distal de peroné izquierdo».

El 2 de septiembre fue intervenido quirúrgicamente de una «fractura transindesmal del peroné izquierdo» por los doctores Fernando García de Lucas y Gloria López en el Hospital FREMAP de Majadahonda (Madrid). En la operación se le redujo la fractura y le fue estabilizada con una osteosíntesis mediante la colocación de una placa atornillada. Asimismo, durante la intervención se le practicó también una artroscopia del tobillo para valorar el estado de la articulación y la integridad del ligamento, en la que se constató una lesión del ligamento deltoideo y de la sindesmosis que se trató con la colocación de un tornillo de fijación transindesmal, que es el que le fue retirado la semana pasada.

El ligamento deltoideo, más conocido como ligamento lateral interno, es el que une la tibia con el astrágalo. Sin embargo, el ligamento sindesmal o sindesmosis es el que sujeta la tibia y el peroné. Raramente se rompe pero cuando lo hace crea una grave disfunción mecánica, porque ambos quedan sueltos entre sí. Por eso requiere de una operación en la que se vuelvan a fijar mediante un tornillo transisdesmal, que es retirado cuando el ligamento está cicatrizado, porque de lo contrario crearía una desarmonía mecánica.

En estas siete semanas transcurridas desde que fue operado, ha tenido prohibido apoyar con fuerza el pie izquierdo para evitar que el tornillo se rompiese o que pudiese causar incluso alguna fractura en esos dos huesos. Este es el motivo de que se le haya visto siempre acompañado de sus inseparables muletas, como cuando respaldó al equipo femenino en la presentación del documental 'Sua-Irabazi arte' dentro del Zinemaldia, que recogía la gesta copera de las de Gonzalo Arconada, el 28 de septiembre en el Velódromo.

En esta primera fase de la recuperación, y por la misma razón, los fisioterapeutas apenas han podido manipular la articulación. Su actividad se ha reducido a ejercicios suaves en la piscina y a andar despacio en la máquina Alter-G, el tapiz rodante antigravedad que permite reducir el peso corporal y el impacto contra el suelo. El resto del tiempo ha tenido que estar con el tobillo en alto o protegido por la bota Walker, una bota ortopédica que sustituye a la antigua escayola y que limita el movimiento del tobillo de una forma más cómoda y ajustable.

A partir de ahora será cuando comience de verdad su recuperación, una vez que se le ha retirado el tornillo y el ligamento sindesmal ha cicatrizado, volviendo a juntar la tibia y el peroné. Al tratarse de una lesión compleja, la recomendación es ir despacio priorizando una buena recuperación sobre la rapidez en los plazos.

La primera fase es la de rehabilitación, en la que los fisioterapeutas cobrarán protagonismo en Zubieta con ejercicios de estiramiento y amplitud de movimiento. Después vendrán los destinados al fortalecimiento de la articulación y al equilibrio y control cuando ya pueda sostenerse de pie. En este periodo alternará la fisioterapia con la terapia acuática para mejorar la coordinación y facilitar el movimiento.

Cuando deje las muletas y empiece a caminar será el momento de regresar a la cinta rodante Alther-G como transición a la carrera continua. Al correr en condiciones normales el peso de la persona aumenta entre dos y tres veces en cada impacto sobre el suelo, por lo que alguien que pesa 75 kilos puede llegar a soportar una carga de más de 200 kilos en cada zancada. Esta máquina ideada por la NASA para recuperar y readaptar el tono muscular de los astronautas que regresan del espacio, se utiliza en este tipo de recuperaciones de deportistas porque, al regular la gravedad, permite reducir también el peso de quien la está utilizando y el efecto que produce cada impacto en el organismo.

Cuando la rehabilitación vaya avanzando llegará la fase de reincorporación a la actividad, que empezará con carrera continua por el césped de Zubieta y concluirá cuando se reintegre al trabajo colectivo junto al resto de sus compañeros. Después le quedará ganar confianza con el balón y aumentar la intensidad del trabajo hasta alcanzar el ritmo necesario para volver a la competición.

Las previsiones apuntan a que necesitará aún tres meses hasta volver a los terrenos de juego, aunque dependerá como siempre de las sensaciones que vaya notando durante su recuperación el jugador, que se encuentra bastante animado.

La segunda vuelta arranca el 19 de enero en el Villamarín. Ese mes hay jornada de Liga el primer fin de semana, el del 5, pero no el segundo, porque esas fechas están reservadas para la disputa de la Supercopa y la segunda eliminatoria de la Copa. Por eso, y aunque aún es pronto para calcular con exactitud su regreso, las estimaciones miran más al arranque de la segunda vuelta que al inicio de enero. A pesar de la buena dinámica del equipo Illarramendi es una pieza importante en la Real Sociedad.