Realpolitik
Primera es un asunto serio y los juegos florales y el realismo mágico son diversiones para los aficionados, no argumentos para los profesionales
Entre un defensa internacional y una promesa de central de época, el defensa internacional; entre Oyarzabal y cualquier otro, Oyarzabal. La realpolitik de Sergio Francisco ... ha tardado en tomar cuerpo el tiempo que ha pasado hasta que ha tenido que firmar su primera alineación. Sordo a las palabras de sus jugadores menos avezados, los que durante toda la pretemporada cayeron en el viejo error de decir que ahora sí que se entrena y no como antes, en la hora de tomar sus primeras decisiones el entrenador de la Real puso por delante el inexorable peso de la Primera División. Bromas, ninguna. Y al ver el once, Imanol, en su hotel de Arabia, esbozó una sonrisa que le alivió su exilio.
La Primera División es un asunto serio y los juegos florales y el realismo mágico son diversiones para los aficionados, no argumentos para los profesionales.
En una plantilla sin ningún cambio más importante que la salida de Zubimendi, cabía esperar una continuidad, pese a los calores del verano.
A la espera de lo que pueda dar Guedes, cuyo nivel marcará la altura de la clasificación en la que se desenvolverá el equipo, Caleta-Car fue titular. El croata es el sustituto de Le Normand, tras el paréntesis Aguerd, excelente central a la hora de corregir y cortar, solo correcto en la primera disputa, acción clave del fútbol actual y virtud principal de Le Normand. El tiempo que el marroquí se tomaba para recuperar el balón con maestría y clase condicionaba, sin embargo, a la Real. Esos segundos de más, esos metros perdidos por todo el bloque, distanciaban la portería contraria a la hora de volver a comenzar. Unos latifundios que resultaron insalvables para el grupo de futbolistas de ataque. Con Caleta-Car se busca volver a ganar la primera disputa para iniciar las jugadas antes y más arriba, lo que debería aliviar las penurias de Oyarzabal. Si Guedes consigue coser esa transición, el gran cambio estará hecho. En caso contrario, se repetirán situaciones de la temporada pasada, con un equipo peor, sin Zubimendi.
El reto es de entidad, demostrar que la distancia entre las ambiciones del club y la realidad del equipo es inexistente. Que la Real quiere y puede volver a Europa. Tras seis años de trabajo basado en una tensión implacable y creativa entre Zubieta y Anoeta, ahora se reemprende el camino en un entorno de concertación y 'pax Aperribayensis'. El punto de Valencia no es poca cosa. Faltan 59.
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