«¿Los golpes en el pecho a Mikel Oyarzabal? ¡Antes nos los daba a nosotros!»
Mikel Elustondo y Xabier Requejo, pupilos de Imanol en el Orioko, le recuerdan como «un tío auténtico, natural»
Eneko P. Carrasco, Ainhoa Múgica y José Mari López
San Sebastián
Lunes, 27 de marzo 2023, 06:51
Hoy está en la cima, pero no hace mucho Imanol Alguacil se batía el cobre en los campos de Gipuzkoa entrenando a chavales de 14 ... y 15 años. Testigos de primera mano de sus inicios en los banquillos fueron Mikel Elustondo (Orio, 1995) y Xabier Requejo (Orio, 1995), «orgullosos pupilos» de un técnico que cuando dirigió al Cadete del Orioko en la 2009/2010 no sabía la que se le venía encima más tarde.
En Mendibeltz las instalaciones están más nuevas que por aquel entonces, pero la esencia se mantiene: fútbol, valores y juventud. «Creo que le recuerdo jugando en el Villarreal. Éramos muy pequeños cuando estaba (Imanol) en la Real», rememora Mikel, quien se ríe porque asegura que «esas hostias que le pega a Oyarzabal y compañía en el pecho ya nos las daba a nosotros. Era un entrenador que te daba muchísima energía. También nos metía mucha caña y se preocupaba por nosotros».
Xabier apunta que «sobre todo creo que era una persona muy sincera y honesta. Nos enseñó muchas cosas, gracias a él conseguimos un plus de agresividad e intensidad en el campo». En el plano humano este joven oriotarra destaca que «siento que tenía -y tiene- una habilidad especial para comunicarse con la gente, y eso es algo que vale oro. ¡Nos echaba broncas, eh! Pero también tenía buenas palabras y siempre se mostró muy cercano con todos nosotros».
Nunca ha importado dónde o cómo estuviese Imanol, porque según sus dos antiguos pupilos en el Orioko «siempre ha sido la misma persona. Le ves por el pueblo y se para, te saluda y se interesa por ti. Eso es lo que más nos gusta de él, que es un tío natural y auténtico».
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Con él como entrenador -también estaba el exjugador Mikel Lasa en el cuerpo técnico- tienen varias anécdotas remarcables, pero hay una en la que coinciden para subrayarla. «En un partido dos de nuestro equipo se estaban encarando con un rival. La situación no se enfriaba e Imanol decidió retirarles del campo hasta que se calmaran. Estuvimos jugando varios minutos con dos menos, pero ese sentido del 'fair play' dice mucho de él», sostiene Mikel.
«No vino a pasar el rato»
Hace cinco años, el 1 de abril de 2018, Imanol escribió la primera página de su libro como entrenador de la Real Sociedad, una pieza de coleccionista que ya va por las 217 páginas y que parece que se va a alargar bastante más. Mikel se acuerda del día en el que el club txuri-urdin hizo oficial su nombramiento, «porque nos hizo muchísima ilusión. Que alguien de Orio llegue hasta ahí... para el pueblo fue felicidad. A ver, ¡que nos entrenó a nosotros! Es que es increíble».
«Que un tío de Orio llegue hasta donde ha llegado él... Nos hace muchísima ilusión y es un motivo de alegría para el pueblo»
Xabier tiene claro que «cuando Imanol vino a entrenarnos se notaba que no lo hacía para pasar el rato. Eran los inicios de algo maravilloso, porque lo que ha conseguido desde entonces es increíble y muy complicado». En la misma sintonía está Mikel, que considera que «nos está malacostumbrando. Yo soy socio desde 2004 y no había visto nunca una Real tan fuerte. ¿El bajón de febrero? Joder, es normal». «¡Y vamos camino de la cuarta clasificación europea seguida!», interrumpe Xabier.
Como toda historia la de Imanol en la Real también tendrá un final, y eso es algo que a Mikel y a Xabier les apena, «porque no queremos que se vaya nunca. Nos está haciendo vivir cosas con la Real increíbles, sentir emociones que no conocíamos y viajar por toda Europa». El día que se marche hay algo indudable, «su huella como profesional y como ser humano va a ser imborrable».
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