Un 'hooligan' se coló en el Reale Arena

¿Quién dijo que los aficionados no pueden entrar en los campos de fútbol? Ayer en el Reale Arena al menos se coló uno. Uno de los ruidosos, que no paran de animar y aplaudir a los futbolistas. De los que sufren como nadie en los malos momentos y celebran con rabia cada gol. Ayer ese seguidor fue Luca Sangalli.

El donostiarra, que se encuentra lesionado de larga duración, presenció el encuentro ante el Espanyol junto con los no convocados con un aparato en la pierna izquierda que le impedía doblar la rodilla. Pese a contar con movilidad reducida, el canterano no paró de levantarse y andar unos pasos en cada acción destacada de la Real. Incluso pateó las placas metálicas que hay entre los asientos para festejar los tantos de sus compañeros como si se tratara de un 'hooligan'. Sangalli no jugó, pero sudó la camiseta como si lo hubiera hecho. Siente de verdad el escudo al que representa y no ha perdido ese espíritu del hincha.

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