Análisis de Jonathan Soriano: «El fútbol de la Real se ajusta a Duje Caleta-Car»
Jonathan Soriano, compañero de Caleta-Car en el Salzburgo, descubre al futuro central txuri-urdin
«Si me pides que dibuje el perfil de mi central favorito, Duje Caleta-Car representaría el prototipo de defensor que diseñaría». Jonathan Soriano realiza para ... este periódico una exhaustiva radiografía del futbolista del Olympique de Lyon que en las próximas horas se convertirá en el primer fichaje del verano de la Real Sociedad. Soriano compartió vestuario con él hace una década en el Salzburgo pero aún mantiene muy fresca en su memoria la impresión que le dejó el defensor croata cuando dio el salto al primer equipo con tan solo 18 años de edad.
«Era un chaval con buen trato de balón, no el típico jugador de Austria, principalmente físico, que daba más importancia al trabajo defensivo. Todo lo contrario. Era un futbolista con buena salida de balón, que a pesar de su juventud entendía muy bien las dos funciones. Ser agresivo sin balón, pero a la vez tener un buen trato con la pelota a la hora de salir conduciendo desde atrás», concluye.
Caleta-Car debutó en la liga austriaca con el Salzburgo el 14 de febrero de 2015 ante el Wiener Neustadt. Aquel día Soriano anotó los dos tantos de la victoria de su equipo. «Es el rival al que más goles he marcado», bromea el delantero, que entonces era la gran institución del conjunto Red Bull. Capitán y máximo goleador, Soriano dejó una marcada huella en la ciudad natal de Mozart desde 2011 hasta 2017. Tenía 29 años cuando coincidió con el jugador pretendido por la Real.
«Éramos el equipo más grande de Austria, pero siempre venían jugadores desconocidos. Red Bull tampoco era un club que fichara jugadores con largas trayectorias, sino de ligas más desconocidas. Siempre hemos tenido ese potencial y el equipo se podía permitir hacer debutar a jóvenes sin esa experiencia en el fútbol profesional, pero que en dos o tres años podían ser de primer nivel», explica Soriano para entender la incorporación del croata, formado en la cantera del Sibenik de su país.
«Llegó muy joven y yo era uno de los veteranos del equipo. Era el capitán en un país extranjero y siempre intentaba tener una relación diferente con los de fuera, más aún con los jóvenes. El traductor que teníamos los latinos allí era serbio, por lo que también le hacía de traductor a él. Era un chico muy independiente, muy listo y se hizo pronto con el idioma. Además, en Austria y en Salzburgo hay una comunidad muy grande de yugoslavos. En el equipo había croatas, serbios, uno de Albania y entre ellos hicieron piña. Dentro de su juventud, y a pesar de estar en un país extranjero, hizo un buen papel a la hora de relacionarse con otros jugadores».
El físico de Caleta-Car
El catalán destaca el «físico espectacular» de Duje, su nombre de pila y como le llamaban en el vestuario. «Te beneficiabas de poder contar con un jugador como él en el campo, ya sea en lo defensivo como en lo ofensivo. Su altura –mide 1,92 metros– nos permitía ganar muchos balones aéreos, pero también nos daba poder a la hora de entrar a un rival».
«No es un jugador excesivamente agresivo en el sentido de dar una patada a destiempo. De protagonizar una jugada sucia. Eso sí, si tenía que rascar, rascaba. Nunca iba a hacer daño, era elegante a la hora de hacer una falta», defiende.
A pesar de ser diestro, Duje es un central que se desenvuelve en los dos perfiles en el centro de la zaga. «Empezó jugando por la derecha pero luego vino Upamecano y pasó a hacerlo por la izquierda. Es un central que tiene buen trato con las dos piernas e incluso diría que le he visto más jugando por la izquierda». Hay que recordar que Le Normand se afianzó en la Real como central izquierdo, pese a que su pie dominante era el derecho. Con el croata sucedería lo mismo.
Su etapa en Francia
Soriano conoció al croata cuando se iniciaba en el fútbol profesional, pero ya entonces le veía «que crecía de manera envidiable. Parecía que llevara jugando cien partidos. Tenía esa experiencia adquirida y yo pensaba que menos mal que no me tenía que enfrentar a él al estar en mi equipo. Es uno de esos centrales que no te gusta tener como adversario. En los entrenamientos sabías que las ibas a pasar canutas porque siempre estaba ahí en el cuerpo a cuerpo. El balón aéreo lo perdías seguro contra él y por abajo eras consciente de que iba a ser muy difícil dejarle atrás porque es muy grande».
El catalán dejó el Salzburgo en 2017 y no volvió a compartir terreno de juego con Duje, pero ha seguido al tanto de su trayectoria. De su etapa en Francia, primero en Marsella y después en Lyon, considera que «quizás no sea una de las mejores ligas para él por el tipo de jugadores rápidos que abundan en el campeonato. Sobre todo cuando llegas a un equipo que coge mucha distancia entre la línea defensiva y la portería y te obliga a tener que correr hacia atrás. He hablado con muchos centrales que me reconocen que cuando juegan con defensas tan altas da igual que seas rápido o no, que te coge un delantero de esos y el ataque es mortal».
«Duje, aun siendo rápido, es un central que necesita sentir el cuerpo a cuerpo y se ha encontrado en Francia con mayoría de delanteros veloces y ahí es cuando sufre. Cuando no encuentras ese equipo y ese entrenador que te ofrece el fútbol que necesitas, a veces no puedes brillar», le disculpa.
Su llegada a la Liga y a la Real Sociedad más concretamente le pueden proporcionar un contexto más adecuado a sus características, en palabras de Soriano. «Es un fútbol que quizá le venga mejor. No sé cómo juega el Lyon, pero sí sé cómo juega la Real, cuál es su intención, que es la de ser un equipo que la toca, un equipo que hace un fútbol atractivo, un equipo que sale desde atrás y lleva el balón con sentido hacia adelante y ahí es donde quizá sí que puede encontrar un fútbol más acorde a sus características. Esa es la teoría, pero luego hay que llevarlo a la práctica».
Jonathan Soriano respalda la apuesta de la Real por Duje. Cree que tiene la capacidad para poder triunfar en el conjunto blanquiazul. Se ajusta al fútbol que propone el cuadro txuri-urdin. Ya solo queda esperar a verle vestido de blanquiazul.
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