Carmelo Amas: «Las finales son para ganarlas y, aunque ahora no podamos, luego ya lo celebraremos»
El extremo zumaiarra jugó ocho temporadas en el primer equipo de la Real, defendió los colores del Espanyol, y una vez retirado, entrenó durante 26 cursos al equipo juvenil
Carmelo Amas (Zumaia, 77 años) tiene la sangre blanquiazul. Llegó al Sanse con quince años, procedente del Añorga. Tras una temporada en el filial, ... dio el salto al primer equipo en la temporada 1961/62, pero tres años después fue traspasado al Espanyol por dos millones de pesetas ya que la Real Sociedad atravesaba por graves problemas económicos. Extremo derecha, menudo, pero rápido y con desborde, jugó en Sarriá siete años -compartió vestuario con Alfredo Di Stéfano- y regresó a la Real, donde se retiró en 1975, para entrenar al juvenil durante ¡26 temporadas! Por sus manos han pasado generaciones de futbolistas, incluido el propio Imanol Alguacil.
- ¿Usted ya sabe lo que es ganar una Copa?
- Sí, pero como entrenador de los juveniles de la Real. Ganamos dos años consecutivos la Copa de Campeones de División de Honor en 1998 y 1999. En la primera estaban, entre otros, Joseba Llorente, Mikel Labaka, Gari Uranga, Igor Gabilondo y Sergio Francisco. Y de la segunda solo repitió Labaka. No volvimos a lograrlo, pero, curiosamente, el Athletic no tiene ninguna.
- Entre todos esos jugadores que han pasado por sus manos también estuvo Imanol.
- En su último año como juvenil. Luego pasó al Sanse.
- Era un palillo..
- Sí, un palillo alto. Tenía 18 años y parecía un maratoniano. Era puro hueso. Corría un montón y físicamente era muy fuerte. Sacrificado en el campo, era un jugador de equipo. ¿Te cuento una anécdota?
- Diga, diga.
- Hoy en día hay tres equipos en Primera División cuyos primer y segundo entrenador han pasado por los juveniles del club. En la Real, Imanol-Labaka. En Osasuna, Arrasate-Alkiza. Y en el Villarreal, Emery-Imanol Idiakez. Lopetegi también jugó en esta categoría con la Real. Ya le mandaremos uno a Sevilla...
- ¿Le ha sorprendido hasta dónde ha llegado Imanol?
- Mucho, y además gratamente. A esas edades nunca sabes si en un futuro va a convertirse en entrenador. Yo tampoco lo pensaba a su edad y luego fíjate los años que hemos pasado en los banquillos. Como todos chavales en aquellos tiempos, su objetivo era subir al Sanse y luego a la Real. Ha habido muy buenos jugadores que luego no han querido ser entrenador.
- A su entender, ¿cuáles son sus virtudes?
- Lleva muy bien el grupo y tiene soluciones para resolver los momentos complicados. Eso es muy importante. Es muy exigente en los entrenamientos y va a muerte con lo que tiene. Siempre saca la cara a los jugadores y estos le responden en el terreno de juego. Con otros entrenadores puedes estar más o menos de acuerdo con los planteamientos de los partidos, pero yo me identifico mucho con Imanol.
- ¿Y sus defectos?
- Los tendrá, como todos los tenemos. Aquí nadie es un santo. Es diferente, como en la pelota lo han sido Retegi II, Titín o Irujo y ahora lo es Altuna III.
- ¿Cómo vive un futbolista la espera ante un partido tan importante como la final de Copa?
- Tienes ganas de que llegue cuanto antes, lo más rápido posible, porque son partidos que no vives todos los días. Son especiales, puede que no tengas otra oportunidad de disputarlos a lo largo de tu carrera. Es algo único.
- ¿Ha tenido esa sensación?
- Hay determinados partidos que te quitan el sueño, como cuando te enfrentabas al Madrid o al Barcelona. La responsabilidad es muy grande, te juegas mucho.
- ¿Qué análisis haría de la Real?
- Imanol ha conseguido formar un equipo competitivo. Da gusto verles jugar. Me transmiten buenas sensaciones. Es tal la unión de los de casa con los de fuera que parecen una familia.
- Lo de Granada fue un borrón...
- Son partidos en los que el contrario juega muy atrás, a que no le metas gol, y es complicado sacarlos adelante. La Real juega mejor a la contra. Era un partido de 0-0. Es cierto que jugó peor que otras veces, pero es un equipo muy trabajado, muchas veces parece que juegan con los ojos cerrados.
- El Athletic también juega...
- La llegada de Marcelino ha supuesto una transformación aunque el 99% de los jugadores sean los mismos de Garitano. Ha cambiado el estilo de juego poniendo a Williams de delantero centro y no por la derecha, donde acababa quemado de seguir al lateral del equipo contrario. Muniain tiene ahora más libertad de movimientos y Berenguer parece haber encontrado su sitio. Ahora es un equipo más difícil de ganar que hace dos meses.
- ¿Qué significaría ganar la Copa para la Real?
- Sería un espaldarazo a todo el trabajo que se hace en Zubieta con las categorías inferiores. En los últimos años están saliendo jugadores de mucha calidad. Si funciona la cantera, también se pueden conseguir éxitos. Además, las finales son para ganarlas. Aunque ahora no podamos, luego ya lo celebraremos.
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