Agustín Aranzabal: «No quiero sufrir en la prórroga, ganará 2-1 la Real en 90 minutos y vuelta a casa con la Copa»

- ¿Durante sus 19 temporadas en la Real coincidió alguna vez con Imanol en las categorías inferiores o en el primer equipo?

- En el Sanse no, éramos de otra camada. La mía la integraban, entre otros, Iñigo Idiakez y Javi De Pedro. Toshack subió al primer equipo a la vez a Imanol, Andoni Imaz, Bittor Alkiza, Kote Pikabea y Luis Pérez. Nosotros lo hicimos antes. Jugamos juntos poco tiempo, una o dos temporadas. Después se marchó al Villarreal.

- ¿Pensaba que algún día podría cambiar la banda derecha por el banquillo y convertirse en entrenador?

- No, me acuerdo que fue a Madrid a hacer el curso con Mikel Lasa y Andoni Imaz. Me dijeron para ir con ellos, pero yo no quería ser entrenador. Empezó en el Zarautz, con Mikel Lasa, y luego llegó al Sanse. Y desde ahí, al primer equipo.

- Además, los resultados le están acompañando...

- ¿Quién iba a decir que la Real iba a estar donde está ahora con Imanol? Cuando se hizo cargo del equipo era un técnico joven que subía del Sanse. Era la primera vez que se enfrentaba a un reto de tanta dificultad, pero conocía la casa, a los jugadores del filial. Imanol es así, tal y como le ves. Nervioso, muy de la Real. Se identifica con lo que hace y es muy cercano. Dice las cosas bien claras.

- A su entender, ¿cuál es la clave del éxito?

- Desde que subió al primer equipo ha intentado mantener un estilo de juego definido que consiste en tocar mucho el balón y salir desde atrás jugando. Tiene variantes para salvar la presión adelantada del rival y, últimamente, están mejorando en defensa. Conoce a sus jugadores y va con su idea al fin del mundo.

- ¿Y la del éxito de la Real?

- Se están haciendo las cosas muy bien, empezando por las categorías inferiores. Salen jóvenes con mucho talento y eso es un éxito para la Real.

- ¿Qué diferencias encuentra entre su etapa en activo en la Real y la situación actual?

- Todo es completamente diferente. Ha cambiado el estilo de los entrenamientos. Ahora hay muchos más medios. El jugador está más controlado, se cuida hasta la alimentación. Puede que estén más presionados, pero si quieres jugar a gran nivel tienes que pasar por el aro. Los clubes están mucho mejor preparados que antes en todos los aspectos.

- ¿Sería ahora usted internacional como lo fue en 28 ocasiones?

- Eso nunca se sabe. Ha cambiado tanto todo. En mi época los defensas eran defensas. Había pocos equipos con laterales ofensivos. Hoy en día todos tienen jugadores que salen tocando desde atrás y que se han reconvertido. Jordi Alba comenzó de extremo. A mí me gustaba más ir arriba que defender.

- ¿Qué significa llevar el escudo de la Real?

- Un orgullo tremendo. El aita también jugó en la Real durante quince temporadas tras comenzar en el Sanse -el añorado Gaztelu, que hizo historia en el club, falleció el pasado 30 de diciembre-. En casa siempre hemos sido seguidores de la Real. Para mí, venir a Donostia con trece años fue lo más grande. A la Real le estoy agradecido por lo bien que me han tratado desde que llegué. Jugar al fútbol ha sido siempre lo que más me ha gustado.

- ¿Qué final espera?

- Ambos equipos llegan en su mejor momento de la temporada y la veo muy abierta. Hace mes y medio, la Real pasó por un pequeño bache de resultados, pero ha conseguido darle la vuelta y ha sido más regular que el Athletic toda la temporada.

-Si no llega Marcelino a Lezama igual estaríamos hablando ahora de otras cosas.

- Puede. Pero parece mentira que un equipo pueda cambiar tanto en tan poco tiempo.

- Después de 33 años de sequía, ¿qué significaría el título de Copa para la Real?

- Algo grande, hay que aprovechar esta oportunidad como sea. Con los presupuestos que manejan otros clubes, nunca sabes cuándo vas a disputar otra. Y más ante el Athletic.

- ¿Y para la afición?

- Una alegría tremenda.

- Mójese. ¿Un resultado?

- No quiero sufrir en la prórroga. Ganará 2-1 la Real. 90 minutos de juego y a casa con la Copa.