Figuras como Varane o Kondogbia salieron de las minas de La Gaillette
El Racing Club Lens goza de una fértil ciudad deportiva con doce campos en la vecina localidad de Avion
«¿Qué se te ha perdido en Lens?», nos pregunta la mujer de origen argelino que atiende la recepción del hotel en Lens donde ... intentamos completar el check-in. «Es que aquí no hay nada. Esto es una ciudad en decadencia». Su bienvenida no valdría como eslogan turístico de una ciudad que apenas supera los 30.000 habitantes, pero desarrolla su argumentación. «Vivió su esplendor tras las guerras mundiales, cuando llegaron inmigrantes polacos para trabajar en las minas de carbón» del departamento de Pas-de-Calais. En los años 50, 60 y 70, vivían más de 40.000 lensois en la ciudad, que inició su retroceso en los 80 ante el declive de la extracción carbonífera.
En reconocimiento a aquella época, el RC Lens bautizó el centro de entrenamiento que inauguró en 2002 en la vecina localidad de Avion como La Gaillette, carbón virgen. Dar con la 'gaillette' era para un minero como encontrar pepitas doradas para un buscador de oro. En sus instalaciones, el club 'Sangre y Oro' -los colores que adoptó en homenaje a las reminiscencias del dominio español en la zona- trata de extraer a su próximo Varane.
«Hoy en día, varios clubes franceses cuentan con una buena ciudad deportiva, pero en 2002 la nuestra era la mejor de Francia. Supuso una gran innovación», explica un trabajador del RC Lens. A su inauguración acudieron el ministro de Deportes, el presidente de la Ligue... Un acto con todos los honores para un club que apenas cuatro años antes se había proclamado campeón de Francia.
A lo largo de más de 20 hectáreas de planicie, comprende doce terrenos de juego, cada uno con el nombre de un gran estadio -Camp Nou, Old Trafford, San Siro, Maracaná...-. El primer equipo se reserva el uso de tres campos, incluido el Dôme, que es cubierto.
Varane, Kondogbia...
Del resto se beneficia la decena de equipos de categorías inferiores, formados en su mayoría por «futbolistas de toda la región», aunque buena parte son de la comuna de Lens, un área que abarca a casi 370.000 habitantes. El Zubieta del RC Lens se completa con gimnasios de musculación y rehabilitación, un espacio termal, un restaurante con más de cien plazas, una residencia con 50 habitaciones, un gran anfiteatro con 250 butacas, varios despachos...
Pese a la oportunidad que podía representar La Gaillette, «un sitio ideal para formar y explotar el talento de jóvenes futbolistas», la ambición por lograr más títulos nacionales y brillar en Europa llevó al club a exprimir su talonario más que sus preciosas instalaciones.
Aquella vorágine -que recuerda a la que vivió la Real en una época- acabó como suele pasar cuando un club se deja llevar por los sueños de una grandeza mal entendida que deriva en una vida por encima de sus posibilidades: el descenso. Fue en 2008, mismo año que conquistó la Copa Intertoto. En ese tiempo, apenas tres futbolistas emergieron en La Gaillette: Benoît Assou-Ekotto, que hizo carrera en el Tottenham; Kévin Monnet-Paquet y Jonathan Lacourt, que militaron en varios clubes franceses.
La necesidad hizo virtud, como bien sabemos por aquí. El descenso y las telarañas en su tesorería obligaron al Lens a buscar en casa lo que no podía comprar fuera para emprender el camino de la reconquista de la categoría perdida.
Para su desgracia, sus problemas financieros le impidieron retener a sus 'gaillettes' antes de que pudieran asentarse o incluso debutar en el primer equipo. Así se sucedieron casos como los de Gaël Kakuta (al Chelsea), David Faupala (al Manchester City), Adel Taarabt (al Tottenham), Kolodziejczak (al Lyon, ex del Sevilla)...
La afición lensois apenas pudo gozar una temporada del juego de Raphaël Varane (al Real Madrid, en el que es el mayor traspaso en la historia del Lens, 10 millones de euros), Geoffrey Kondogbia (al Sevilla), Thorgan Hazard (al Chelsea), Serge Aurier (al Toulouse antes de recalar en el PSG y Tottenham).
En 2015, la productividad de su mina fue premiada con el segundo puesto del ranking de centros de entrenamiento de la Federación Francesa, solo por detrás del Olympique de Lyon.
En plena agonía financiera, el Lens encomendó su futuro a Hafiz Mammadov, que se convirtió en máximo accionista prometiendo incluso el fichaje de Ibarahimovic o Falcao. En la temporada 2015-16, el club vivió su situación más dramática, al borde de la quiebra. Su crisis le obligó a vender a promesas aún sin consagrar para evitar un descenso administrativo. Asimismo, en mayo, Mammadov acabó convenciendo al Atlético de Madrid -al que patrocinaba- para que comprara sus acciones. Año y medio después, el club colchonero las revendió a Solférino, una sociedad luxemburguesa que ya poseía el 65,4% del club.
30.000 espectadores en 2ª
Ahora, el Lens rearma con éxito su estatus económico e identitario. Tras una negara última temporada 2017-18 en la que abandonaron el club 19 jugadores, Philippe Montanier tomó las riendas el pasado verano y ha situado al equipo en la zona de playoff de ascenso. Pese a estar en la Ligue 2, más de 30.000 espectadores acudieron al último partido en el coqueto Bollaert-Delelis, sede de dos Campeonatos de Europa y un Mundial de fútbol y otro de rugby. No jugó Sagnan, el último emigrante de La Gaillette.
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